Mons. Olivera | Fueron días de verdadera comunión, pudimos compartir nuestra pastoral castrense, encontrando mismas problemáticas, mismos desafíos, así sintetizaba el Obispo Castrense de Argentina su impresión al concluir su participación el Encuentro de Obispo Castrenses de América Latina y El Caribe. Organizado por el CELAM (Consejo Episcopal de América Latina y El Caribe) en su sede, en la ciudad de Bogotá, Colombia, los obispos y representantes de 15 naciones se reunieron para trabajar juntos, sumando experiencias de sus realidades y planteando también nuevos proyectos.

Fueron, cinco días de trabajo intenso (del 27 de febrero al 3 de marzo), donde también han podido peregrinar al Santuario de Nuestro Señor Caído de Monserrate, donde también han celebrado la Santa Misa. Además, pudieron visitar la Escuela Militar de Cadetes “General José María Córdova” en Bogotá, también la misma ciudad, pudieron conocer el Museo del Oro del Banco.

Mons. Santiago Olivera, desde Bogotá, compartía con nuestra redacción su testimonio al finalizar el encuentro, “fueron días de verdadera comunión, siempre es una alegría el poder compartir con los hermanos. Fue muy agradable la recepción, de Colombia, de su Ejército, recibir el saludo del Señor Ministro de Defensa de Venezuela.

Pudimos compartir nuestra pastoral castrense en los distintos países, encontrando mismas problemáticas, mismos desafíos. Hemos trabajado mucho en líneas de acción para los próximos tiempos, se ha constituido un equipo de apoyo con cinco sacerdotes y un obispo encargado para animar la pastoral castrense en los próximos tiempos.

En el final del encuentro, resaltamos la importancia de renovar nuestro compromiso con la evangelización, la formación de la identidad castrense ad intra y ad extra, la pastoral familiar, la pastoral social, la caridad, el acompañamiento a nuestros fieles presos. También el acompañamiento a los enfermos, a las viudas y viudos, renovar nuestro compromiso del camino sinodal, la pastoral juvenil, la pastoral de la comunicación como también la animación vocacional en nuestras distintas realidades castrenses de América Latina y El Caribe”.-