Novena en honor a Santo Tomás Moro
Patrono de los Abogados y del Personal de Justicia de las Fuerzas Armadas y las Fuerzas Federales de Seguridad
Día Noveno Santo Tomás Moro y la caridad
+ En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Invocamos la presencia del Espíritu Santo:
“Ven Espíritu Santo en nuestra ayuda, no sabemos las palabras que deben salir de nuestros labios y los ruidos no se disipan de nuestro corazón. Si tu vienes en nuestra ayuda, nuestras palabras serán el fruto de tu silencio en nuestro corazón” Amén
(Breve silencio de recogimiento. Puedo repetir varias veces la oración al Espíritu)
Escuchamos de Santo Tomás:
Recomiendo rezar la oración atribuida a santo Tomás Moro: «Concédeme, Señor, una buena digestión, y también algo que digerir. Concédeme la salud del cuerpo, con el buen humor necesario para mantenerla. Dame, Señor, un alma santa que sepa aprovechar lo que es bueno y puro, para que no se asuste ante el pecado, sino que encuentre el modo de poner las cosas de nuevo en orden. Concédeme un alma que no conozca el aburrimiento, las murmuraciones, los suspiros y los lamentos y no permitas que sufra excesivamente por esa cosa tan dominante que se llama yo. Dame, Señor, el sentido del humor. Concédeme la gracia de comprender las bromas, para que conozca en la vida un poco de alegría y pueda comunicársela a los demás. Así sea». (Papa Francisco en Gaudete et Exsultate)
Leemos en el Evangelio San Lucas 17, 11- 19
«Mientras se dirigía a Jerusalén, Jesús pasaba a través de Samaría y Galilea. Al entrar en un poblado, le salieron al encuentro diez leprosos, que se detuvieron a distancia y empezaron a gritarle: «¡Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros!». Al verlos, Jesús les dijo: «Vayan a presentarse a los sacerdotes». Y en el camino quedaron purificados. Uno de ellos, al comprobar que estaba curado, volvió atrás alabando a Dios en voz alta y se arrojó a los pies de Jesús con el rostro en tierra, dándole gracias. Era un samaritano. Jesús le dijo entonces: « ¿Cómo, no quedaron purificados los diez? Los otros nueve, ¿dónde están? ¿Ninguno volvió a dar gracias a Dios, sino este extranjero?». Y agregó: «Levántate y vete, tu fe te ha salvado».»
Palabra del Señor
(Breve silencio de recogimiento. Puedo repetir alguna expresión del Evangelio)
Reflexión
Queremos, a ejemplo del samaritano del Evangelio, culminar este tiempo de gracia, como fue la novena, con la gratitud a Dios por este camino transitado en comunión y en oración.
Hemos sido muchos, quienes – rezando juntos- anhelamos el deseo de impregnar el evangelio en nuestro corazón a ejemplo de santo Tomás. La vida de este santo nos ha animado cada día, en reconocer lo que Dios puede hacer si lo dejamos entrar en nuestro corazón. Cada una de nuestras decisiones pueden ser valientes respuestas en favor del Evangelio.
Queremos dar la gracias a Dios por todos los dones y gracias que hemos recibido y también por aquellos buenos propósitos que Él nos ha suscitado en nuestro corazón.
Petición del día:
Santo Tomás Moro, que nos enseñas la confianza y la gratitud al buen Dios, Hombre arraigado en la fe y la esperanza, fiel custodio del amor de Dios en favor de los demás, de asiduo trato con la Palabra, con un corazón orante y eucarístico, de carácter alegre y servicial.
Queremos junto a ti, elevar nuestra gratitud a Dios y Suplicarle:
Por cada uno de los momentos vividos en la oración junto a toda nuestra Iglesia que preside en la fe, nuestro Papa Francisco,
Por nuestra Iglesia Particular encomendada a nuestro obispo Santiago,
Por todos los que la formamos: familias, ancianos, jóvenes y niños.
Por los enfermos y los presos, del personal de salud, de quienes nos gobiernan
Por nuestro sistema de Justicia,
Entre todos y juntos a Santo Tomás, te elevamos una gran acción de gracias Padre bueno, en tu Hijo Jesús por la acción del Espíritu Santo
Padre Nuestro, Ave María y Gloria
Propósito de este día:
Seré agradecido – “Agendaré” la Misa de mañana e invitaré a alguien más a participar
Oración Final:
Señor y Padre nuestro,
por los méritos de tu Hijo Jesucristo,
úngenos con tu Santo Espíritu
para que sepamos ser fieles
a los valores de la vida cristiana,
a ejemplo de Santo Tomás Moro,
que enfrentó la muerte con arrojo y valentía
en defensa de los principios de la fe.
Danos la gracia de imitarlo,
guardando coherencia en nuestra vida
con las enseñanzas del evangelio
y ejercitando nuestra profesión,
con sencillez y modestia,
al servicio de los hombres.
Te lo pedimos por Cristo, nuestro Señor.
Amén.
+ En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
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