RÍO NEGRO | Mons. Olivera presidió la peregrinación Jubilar de la Región Pastoral Patagonia Norte junto a las Fuerzas Armadas y Fuerzas Federales de Seguridad, fue en la mañana del jueves 15 de mayo, en San Carlos de Bariloche. La peregrinación iniciaba en la sede el Escuadrón 34 Bariloche «Cabo Primero Marciano Verón», donde junto a Mons. Santiago Olivera, Obispo Castrense de Argentina, se congregaron en torno a nuestra Madre de Luján, Patrona de Argentina y de la Diócesis, los Capellanes Castrenses de las Fuerzas Armadas y Fuerzas Federales de Seguridad de la región, efectivos del Ejército Argentino, de la Fuerza Aérea Argentina, de la GNA (Gendarmería Nacional Argentina), de la PNA (Prefectura Naval Argentina), de la PSA (Policía de Seguridad Aeroportuaria) y como invitados, efectivos de la PFA (Policía Federal Argentina).
Luego del saludo a los presentes, Mons. Santiago, se refirió al significado de la peregrinación, y también al signo de salir juntos, de caminar como Obispado Castrense. Al respecto, el Obispo citaba el N° 259 del Documento de Aparecida, diciéndonos, en “(…) las peregrinaciones, reconocemos al Pueblo de Dios en camino.
Allí, el creyente celebra el gozo de sentirse inmerso en medio de tantos hermanos, caminando juntos hacia Dios que los espera. Cristo mismo se hace peregrino, y camino resucitado entre los pobres. La decisión de partir hacia una Iglesia, un templo, en este caso, hoy a la Catedral de Ntra. Sra. de Nahuel Huapi ya es una confesión de fe, el caminar es un verdadero canto de esperanza y la llegada es un encuentro de amor”.
Seguidamente, iniciaba el trayecto que los llevó a atravesar gran parte de la ciudad de Bariloche, pasando por la Sede PNA, donde Mons. Olivera bendijo la imagen de Ntra. Sra. Stella Maris, Patrona de esa Fuerza Federal de Seguridad. La macha continuaba avanzando hacia el sur hasta llegar a orillas del lago que bordea la ciudad rionegrina, hasta llegar a la Iglesia Catedral, Ntra. Sra. de Nahuel Huapi, donde esperaban animando en la llegada las bandas militares.
Mons. Santiago, presidió la Santa Misa, concelebraron, el Vicario General, Mons. Gustavo Acuña, el Capellán Mayor de GNA y Vicario Episcopal de Pastoral, Padre Jorge Massut, el Vicario de la Catedral, y Capellanes Castrenses de la Región, de la provincia de Neuquén y Río Negro (localidades de Covunco, San Martín de los Andes, Junín de los Andes y El Bolsón). El Obispo, en la celebración, compartía, “quiero agradecer la carta que nos enviara el Obispo de San Carlos de Bariloche, Mons. Juan Carlos Ares, quien nos presta su Iglesia Catedral, es importante entender que una Diócesis es una porción del Pueblo de Dios que se le confía al Obispo como Pastor propio.
Nuestro Obispado Castrense es una porción del Pueblo de Dios, donde asistimos a los hombres y mujeres junto a sus familias que abrazan la vida militar, la vida policial por amor a la Patria, dispuestos hasta dar la vida por ella. Por esta peculiaridad, la Iglesia ha pensado que era importante que tenga un Obispo propio. Tal como nos recordó el Santo Padre Francisco, en la última Misa que pudo presidir, en el Jubileo de las Fuerzas Armadas, Fuerzas Federales y Cuerpos de Seguridad, nos decía a los obispos y los capellanes, que somos presencia de Jesús, no como en otros tiempos para bendecir armas porque la paz es la prioridad y abrazamos la vida militar para preservarla”.
Profundizando, Mons. Santiago resalto, “también, recordando las recientes palabras compartidas en estos días por Su Santidad León XIV, «la paz nunca es inevitable, puede evitarse por caminos de encuentros y de diálogo». Su Santidad Francisco, así como agradecía a los militares y las Fuerzas Policiales el trabajo por la ley, el respeto por la paz, la custodia y defensa de nuestros países y nuestras personas, la colaboración estrecha y asumir frente a catástrofes la cercanía y la atención de las Fuerzas, la cual agradecía vivamente Francisco, también reconociendo el valor y la vida de cada uno de los hombres y mujeres que abrazan esta vocación”.
Continuando, el Obispo, señaló, “nos llena de alegría estar aquí entonces con todas las Fuerzas, es una epifanía, una manifestación de nuestro Obispado, de nuestra Diócesis. Se nos confían las tres Fuerzas Armadas, Ejército, Armada y Fuerza Aérea y dentro de las Fuerzas Federales de Seguridad, la Gendarmería (GNA), la Prefectura (PNA), la PSA (Policía de Seguridad Aeroportuaria), agradecemos la participación en esta celebración, a los integrantes de la Policía Federal Argentina que han sido invitados, nos alegra poder concelebrar con su Capellán y con la presencia de los miembros que constituyen la familia policial. Lo hacemos en el marco del Jubileo de la Esperanza, Jubileo que el Papa Francisco nos invitó a transitar y que se une también a nuestro propio Jubileo en donde en el año 2027, en el cual cumpliremos 70 años bajo el lema «Servimos a los que nos sirven y cuidamos a los que nos cuidan»”.
Finalmente, Mons. Santiago, compartió, “damos gracias a Dios en este Jubileo de la Esperanza, esperanza que no defrauda, que nos anima a transitar por la vida con la certeza de que Dios nos ama y nos espera. Hemos venido en peregrinación, hemos manifestado en este caminar que somos peregrinos y hemos hecho una peregrinación aquí en esta vida terrena, pero sabiendo que también nuestra vida es una peregrinación y que la Patria definitiva y que deseamos poseer, es la Patria del cielo”.-




























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