MONS. OLIVERA | Bendice Señor a tu Pueblo y toma nuestra Patria en tus manos, Tú nos regalas la Patria como don, pero nos das también en la Nación, una tarea que nos convoca y compromete nuestro esfuerzo cotidiano, así lo pidió el Obispo Castrense y de las Fuerzas Federales de Seguridad al compartir la invocación religiosa en el 215° aniversario de la Revolución de Mayo. A primera hora de la mañana del 25 de mayo, ante la formación en la explanada del Edificio Libertador, sede del Ministerio de Defensa, del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas y del Ejército Argentino se desarrolló el acto militar conjunto en honor al Primer Gobierno Patrio.

Presidió el acto el Sr. Jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, Brigadier General, Xavier Julián Isaac, acompañaron autoridades de las Fuerzas Armadas, el Obispo Castrense y de las Fuerzas Federales de Seguridad, Mons. Santiago Olivera, efectivos militares e invitados. Mons. Santiago pedía en la invocación religiosa, “Bendice Señor a tu Pueblo y toma nuestra Patria en tus manos bajo la Protección de Santa María, Virgen de Luján, nuestra Patrona. Patrona de la Patria.

Tú nos regalas la Patria como don, pero nos das también en la Nación, una tarea que nos convoca y compromete nuestro esfuerzo cotidiano. Ayúdanos a asumir esta misión en el ejemplo que nos dio con su vida terrena tu Hijo Jesucristo”.

Completando, agregaba el Obispo, “te pedimos Madre de Luján, por cada uno de los que integran esta Nación Argentina, nuestra Nación, para que seamos fieles en la fe, tengamos firmeza en la esperanza y ahondemos y profundicemos en el mandato de la Caridad, que supone mirar con Misericordia a todos, incluyendo a todos, descubriendo que nuestra Patria es una Patria de hermanos en la cual todos tenemos lugar, todos debemos experimentar el gozo de sabernos hijos de esta misma Nación”.

A continuación, compartimos en forma completa la invocación religiosa de Mons. Santiago Olivera:

INVOCACIÓN RELIGIOSA DEL 25 DE MAYO

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, amén.

Nos encontramos en este día para celebrar los 215 años de aquel 25 de mayo de 1810. Podemos decir con verdad “Jesucristo, Señor de la historia te necesitamos. Queremos ser Nación, una Nación cuya identidad sea el compromiso por el Bien Común…”

“…Danos la valentía de la libertad de los Hijos de Dios, para amar a todos, sin excluir a nadie, privilegiando a los pobres, perdonando a los que nos ofenden…” En este día celebramos y damos gracias al Dios de la historia porque recordamos este peregrinar como Nación Argentina.

Bendice Señor a tu Pueblo y toma nuestra Patria en tus manos bajo la Protección de Santa María, Virgen de Luján, nuestra Patrona. Patrona de la Patria.

Tú nos regalas la Patria como don, pero nos das también en la Nación, una tarea que nos convoca y compromete nuestro esfuerzo cotidiano. Ayúdanos a asumir esta misión en el ejemplo que nos dio con su vida terrena tu Hijo Jesucristo.

Líbranos de los enemigos, protégenos de las ambiciones desmedidas de poder, aparta de nosotros la maliciosa injusticia y derrama en nuestros corazones la verdadera Esperanza. Ayúdanos a transitar por caminos que consoliden una Nación libre y soberana y sea ejemplo de solidaridad en el mundo entero.

No mires Señor nuestras miserias, transfórmanos en verdaderos emisarios de tu Palabra y testigos de tu amor por las obras de la fe que profesamos.

Te pedimos Madre de Luján, por cada uno de los que integran esta Nación Argentina, nuestra Nación, para que seamos fieles en la fe, tengamos firmeza en la esperanza y ahondemos y profundicemos en el mandato de la Caridad, que supone mirar con Misericordia a todos, incluyendo a todos, descubriendo que nuestra Patria es una Patria de hermanos en la cual todos tenemos lugar, todos debemos experimentar el gozo de sabernos hijos de esta misma Nación.

Ruega por nosotros ahora y concédenos el don inestimable de la Paz. Te pedimos la superación de todos los odios y rencores, la reconciliación de todos los hermanos, que podamos ser puentes de unidad, unos frente a otros.

Nuestra Señora de Luján, sé para nosotros Puerta del Cielo para que juntos podamos contigo glorificar al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Amén.