MONS. OLIVERA | Larrabure, ha sido un hombre que plasmó el Evangelio sin límite, amando como Dios nos mandó, aún a los enemigos, así lo expresaba el Obispo Castrense y de las Fuerzas Federales de Seguridad al referirse al nuevo aniversario del nacimiento, del Siervo de Dios, Argentino del Valle Larrabure. El Coronel (Post Mortem), Argentino del Valle había nacido un 6 de junio de 1932 en San Miguel de Tucumán, provincia de Tucumán, Argentina, era el menor de ocho hermanos del matrimonio compuesto por Cirilo Larrabure y Carmen Conde Contardi.
Mons. Santiago Olivera, en la víspera del viernes 6 de junio, presidió la Santa Misa en acción de gracias por el 93° aniversario de su natalicio del Siervo de Dios, Larrabure en la Parroquia Ntra. Sra. de Luján Castrense, concelebraron el Vicario General, Mons. Gustavo Acuña, Vice Postulador de la Causa Diocesana y Capellán Mayor de la PSA, Padre Rubén Bonacina, el Capellán Mayor de la FAA, Padre César Tauro, el Rector de Seminario Diocesano, Padre Daniel Díaz Ramos y Capellanes Castrenses, participaron, el Diácono, Agustín Cañamero, integrantes de la familia Larrabure y fieles castrenses. Al concluir la celebración, en diálogo con la redacción, Mons. Santiago nos decía, “hemos celebrado un nuevo aniversario del nacimiento de Argentino del Vale Larrabure.
Como me gusta pensar y decir inspirado por las palabras de San Juan Pablo II, «la vida del otro es un don para mí». La vida del Siervo de Dios Larrabure ha sido un don para cada uno de nosotros, para la Iglesia Castrense, para la Iglesia Argentina y para la Patria, honramos a un soldado de Dios y un soldado de la Patria”.
Completando, el Obispo señalaba, “Argentino del Valle Larrabure, ha sido un hombre que plasmó el Evangelio sin límite, amando como Dios nos mandó, aún a los enemigos. Y vaya que él tuvo enemigos que lo hicieron sufrir, fue torturado y asesinado, sin embargo, siempre manifestó un corazón grande como el de Jesús, pidiendo que sus captores sean perdonados y que no anide el odio en nuestros corazones”.
Finalmente, Mons. Olivera al recordar palabras del Coronel Larrabure, “»¡A ese precio no!«, eso respondió el Siervo de Dios cuando le ofrecieron su libertad a cambio de sembrar odio y muertes en la Argentina. Defendiendo la democracia, prefirió entregar su propia vida”.-















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