
Triduo de Oración por la Ordenación Diaconal de Luis, Reinaldo, Gustavo y Lucas
AÑO JUBILAR DE LA ESPERANZA
PRESENTACIÓN:
En el grado inferior de la Jerarquía están los diáconos, que reciben la imposición de las manos «no en orden al sacerdocio, sino en orden al ministerio». Así, confortados con la gracia sacramental, en comunión con el Obispo y su presbiterio, sirven al Pueblo de Dios en el ministerio de la liturgia, de la palabra y de la caridad. Es oficio propio del diácono, según le fuere asignado por la autoridad competente, administrar solemnemente el bautismo, reservar y distribuir la Eucaristía, asistir al matrimonio y bendecirlo en nombre de la Iglesia, llevar el viático a los moribundos, leer la Sagrada Escritura a los fieles, instruir y exhortar al pueblo, presidir el culto y oración de los fieles, administrar los sacramentales, presidir el rito de los funerales y sepultura. Dedicados a los oficios de la caridad y de la administración, recuerden los diáconos el aviso del bienaventurado Policarpo: «Misericordiosos, diligentes, procediendo conforme a la verdad del Señor, que se hizo servidor de todos» [Lumen Gentium. 29. Concilio Vaticano II]
Querida Comunidad diocesana, nos alegramos por este acontecimiento grande de fe, la próxima ordenación diaconal de cuatro hermanos nuestros, dos de ellos camino al sacerdocio (Gustavo y Lucas). Por la imposición de manos y oración consecratoria por parte de nuestro obispo, mons Santiago, quedaran investidos con el corazón de Cristo Servidor.
Queremos rezar juntos, seguir rezando por ellos, en estos días previos a la ordenación.
Tomando la misión y servicio propios del diácono, rezaremos- cada día- por una de ellas. Para que puedan vivir su vocación con generosa fidelidad, a ejemplo de la Virgen María, Madre del Señor y Servidora para nuestra salvación.
DÍA PRIMERO: Diaconía de la Palabra
+ En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Rezamos juntos: Haznos dóciles a tu Palabra
- Para que seamos testigos de tu amor. R
- Para que seamos peregrinos de la esperanza. R
- Para que iluminemos la vida de los demás con la fe. R
Lectura de la Palabra de Dios
Ciertamente, la palabra de Dios es viva y poderosa, y más cortante que cualquier espada de dos filos. Penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, hasta la médula de los huesos, y juzga los pensamientos y las intenciones del corazón. (Hebreos 4, 12)
Oración por los próximos diáconos
Jesús, que te hiciste servidor de todos, y nos invitas a seguir tu ejemplo de servicio, concede a nuestros hermanos Lucas, Reinaldo, Luis y Gustavo, un corazón que se siga apasionando por la Palabra de Dios. Dejándose conducir por Ella, para el ejercicio de la misión que van a recibir y para transmitirla en la predicación para los demás, alentándonos en la esperanza. Que nuestra Madre y Madre de todos, Virgen María, Servidora buena y fiel, los cubra con su solícito cuidado y amor maternal. Amén San Lorenzo, diácono y mártir. Ruega por ellos y por nosotros
+ En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

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