Buenos Aires | Las Bienaventuranzas son clave de la vida cristiana, el mensaje fue brindado por el Obispo Castrense de Argentina, Mons. Santiago Olivera al termino de la celebración de la Misa de Campaña junto a los Cadetes del Colegio Militar en la localidad de El Palomar, provincia de Buenos Aires. Presidió la Santa Misa, el Obispo Castrense de Argentina, Mons. Santiago Olivera, concelebraron, el Rector de la Catedral Castrense, Capellán del Ejército, Padre Diego Pereyra, y el Capellán del Ejército, Padre Guillermo Conti.
Asistieron los Director del Colegio Militar, Gral. Roberto Agüero, Subdirector, Coronel Ernesto Montenegro, acompañaron también los Señores Oficiales Instructores, Jefes de Agrupación y Jefes de Compañía junto a los 480 Cadetes que inician su instrucción.
Este es un momento muy especial para los jóvenes, puesto que hace 48 horas se incorporaron a su servicio, al respecto Mons. Santiago Olivera nos confiaba, “hoy celebramos la primera misa de estos nuevos Cadetes que se incorporan al Colegio Militar, agradezco la posibilidad y la invitación, de poder compartir esta primera Eucaristía, dando conocer así la razón de ser de un Obispo Castrense para las Fuerzas Armadas y para las Fuerzas Seguridad”. Es importante revelar la importante labor que desarrolla nuestra Diócesis dentro de las FFAA y FFSS, así lo explica el Obispo, “en esta misión, buscamos ayudarlos a crecer espiritualmente, humanamente a animarlos en la vida cristiana, por que la Iglesia pensó en un Obispado no territorial, sino personal”.
La profesión, labor y misión que abordaran estos hombres y mujeres requiere un temple especial y es allí donde uno debe apreciar lo imprescindible que es la Fe a la hora de cumplir con su tarea y crecer como hombres. Mons. Olivera nos ilustra, “por el peculiar modo de vida, por la preparación humana, también el de ser capaces de entregar la propia vida para defender a nuestra Patria, nuestro suelo, a nuestra gente, por todo eso, en primer lugar, manifiesto mi alegría de compartir en la Misa con ustedes, el día a día lo Tendrán por medio del capellán padre Guillermo que ejercerse aquí su ministerio sacerdotal”.
Respecto del Evangelio de hoy, el Obispo nos recordaba, “hemos escuchado las Bienaventuranzas, impresiona como Jesús les muestras ya de entrada a los discípulos y a los seguidores, el un nuevo modo de vida, de alguna manera como enseñando a vivir en contramano de criterios del mundo”. Profundizando, nos pregunta y responde, “cómo se puede ser dichoso, porque se sufre, porque nos persigan, por toda clase de dificultades que debemos afrontar en nuestra labor (…); justamente porque hay otra vida, porque el Señor es sin dudas, el que nos espera”.
Agregando, “por eso decíamos en el Salmo, ‹‹feliz el hombre que pone en el Señor toda su confianza››, transitamos la vida, caminamos por la vida con la certeza de que somos Peregrinos y la clave es justamente la vida que Cristo no ganó”. Continuando con el resumen de su Homilía, nos señalaba, “en la segunda lectura, Pablo, recordaba que porque Cristo resucitó hace que nuestra fe tenga sentido, porque Cristo murió y resucitó hace que haya vencido al pecado y nos haya dado la posibilidad de recuperar la vida para siempre”.
Finalizando, nos afirmaba Mons. Santiago Olivera, “porque tenemos Fe, sabemos que esta vida es sólo un tránsito a la vida en plenitud, y por eso las Bienaventuranzas son la clave de la vida cristiana. Las Bienaventuranzas, son la síntesis moral de un cristiano, dichosos aquellos que ponen en el Señor toda su confianza”.–
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