CEA | Los obispos argentinos transmiten al Santo Padre Francisco su saludo fraterno y las condolencias por el fallecimiento del Papa Emérito Benedicto XVI, lo hicieron mediante una carta publicada por la Secretaría General de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA). Además, señalan también, “(…) queremos agradecerte estos años en los cuales supiste referirte al Papa emérito Benedicto XVI en su lugar de intercesor, pero también como parte de la familia grande de la Iglesia, como ese abuelo sabio y prudente, que ilumina con su ejemplo y consuela con su presencia constante”.

A continuación, compartimos en forma completa la carta de la Conferencia Episcopal Argentina:

Conferencia Episcopal Argentina

SECRETARÍA GENERAL

Prot. CEA Nº 142/2022

Buenos Aires, 31 de diciembre de 2022

Querido Padre,

                   En estas horas difíciles, de dolor esperanzado, ante la partida del Papa emérito Benedicto XVI, queremos hacerte llegar nuestro saludo fraterno y las condolencias por su muerte junto a nuestra acción de gracias a Dios por su testimonio de buen pastor y servidor fiel del Señor.

                   Cuando repasamos las páginas de su vida, descubrimos una trayectoria al servicio de la Iglesia en la reflexión y la docencia teológica, como profesor universitario y perito del Concilio (1962-1966) y más tarde, en los sínodos sobre la Familia (1981) y la Reconciliación (1983), así como en la coordinación de la redacción del Catecismo de la Iglesia (1992) y como colaborador del Papa San Juan Pablo II en la Congregación para la Doctrina de la Fe. Para la Iglesia Latinoamericana tuvo una resonancia especial su presencia en la Conferencia de Aparecida (2007). Un maestro sencillo y bueno, que quiso poner de manifiesto, sobre todo, el amor de Dios y su obra redentora entre nosotros. El lema de su episcopado, “Colaborador de la Verdad” lo pinta de cuerpo entero. Así quiso vivir su servicio, no a una verdad abstracta sino al amor grande y concreto de Dios que nos sale al encuentro para cambiarnos la vida.

                   También queremos agradecerte estos años en los cuales supiste referirte al Papa emérito Benedicto XVI en su lugar de intercesor, pero también como parte de la familia grande de la Iglesia, como ese abuelo sabio y prudente, que ilumina con su ejemplo y consuela con su presencia constante. Esa mirada sobre un nuevo modo de estar de Benedicto en la Iglesia, ha sido una visión superadora que nos ayuda a entender que toda vida es valiosa y que siempre tendremos un don para regalar a los otros.

                   Te mandamos un abrazo grande y te aseguramos nuestra oración por tu ministerio de amor generoso y fiel a la Iglesia, que siempre nos interpela y nos invita a ser Iglesia sinodal y en salida.

Mons. Oscar V. Ojea, Presidente

Mons. Marcelo Colombo, Vicepresidente 1º

Mons. Carlos Azpiroz Costa, OP, Vicepresidente 2º

Mons. Alberto G. Bochatey, OSA, Secretario General

________________________________________

A Su Santidad

Papa Francisco

Ciudad del Vaticano