CORRIENTES | Les agradezco que abracen esta vocación que es de absoluto amor a la Patria y es entrega, así lo expresaba el Obispo Castrense de Argentina, Mons. Santiago Olivera al concluir su segundo día de visita Pastoral a la provincia de la región mesopotámica. Mons. Santiago acompañado por el Capellán Mayor del Ejército Argentino, Padre Eduardo Castellanos, arribaba en la jornada del lunes 27 de noviembre a la ciudad de Curuzú Cuatiá, localidad que se encuentra a poco más de 300 kilómetro a sur de la ciudad capital de Corrientes, donde visitó la 1° División de Ejército Argentino presente en la ciudad.

Allí, fueron recibidos por General de Brigada, Comandante Aldo Ferrari, quien estaba acompañado por el Segundo Comandante, Alejandro Leonardi, el Jefe de las Unidades, el Jefe de la BAL (Base de Apoyo Logístico, Curuzú Cuatiá), Jefe de Inteligencia 121, la Directora del Hospital Militar Curuzú Cuatiá y el Capellán, Padre Norberto Damelio. Luego de los saludos y bienvenida, el Obispo se trasladó hasta el salón de actos donde Mons. Olivera presidió la Santa Misa y administró el Sacramento de Confirmación a 9 adultos y más de 35 personas recibieron la Primera Comunión.

A primera hora de la mañana del martes 28 de noviembre, el Obispo visitó la Capilla de la 1° División de Ejército Argentino y emprendió viaje rumbo al sureste, llegando hasta la ciudad de Monte Caseros. En aquella localidad, Mons. Santiago arribó al Regimiento de Infantería 4 junto al Capellán Mayor del Ejército, Padre Castellanos, donde fue recibido por, el Director General de Educación, General Aníbal Luis Intini, Subdirector a cargo del CMN (Colegio Militar de la Nación), Cnel. Alejandro Liberatori y demás autoridades del Ejército Argentino y el Capellán Castrense del CMN, Padre Santiago García del Hoyo.

Seguidamente, el Obispo en un vuelo en helicóptero llegó a Campo Avalos, donde se dirigió hasta el sector de campo La Regalona del Ejército Argentino, coincidiendo en ese lugar, con los ejercicios de práctica de voladura que efectuaban la Compañía de Ingenieros del CMN, siendo invitado a participar y ver como se desarrollaba la actividad. Continuando con su visita, el Obispo se trasladó unos 6 kilómetros de este sector, donde se encontraba gran parte de la Agrupación Montada del CMN donde pudo saludar a sus efectivos, y compartió unos minutos con ellos.

Continuando el Obispo Castrense de Argentina, llegó hasta el sector, El Apeadero, allí se encontraba montado el vivac y asistió a una exposición y explicación de todo lo referente a la actividad desplegada por el Ejército Argentino. Mons. Santiago visitó también la Capilla Santa María Margarita de Alacoque, luego compartía el almuerzo con los efectivos y antes de retornar al Monte Caseros, compartió unas palabras con los presentes e impartió su bendición.

En ese momento, Mons. Olivera decía, “les agradezco que abracen esta vocación que es de absoluto amor a la Patria y es entrega, es profesión sin duda, pero es llamada porque toca todo el día y toda la vida. Cada jornada uno se entrega a la Patria y vive en esta capacidad de riesgo y la disponibilidad de dar la vida para defender, para preservar la paz de nuestra tierra, de nuestra nación. Nosotros sabemos que la vida de nuestros fieles castrenses que se nos confían, nos moldea y por eso estamos aquí, donde ustedes están.

Mi visita, el estar en el terreno, en el despliegue, participando de estas maniobras que ustedes realizan, justamente, aunque sea unos minutos, una mañana es un gesto de la Iglesia Castrense que considera importante la presencia de un Obispado, de Capellanes para que los asistan y los acompañen. Estamos donde ustedes están, la vida de ustedes nos modela, aunque no digamos muchas palabras, nuestra presencia y disponibilidad es total para servirlos a ustedes que sirven a nuestra Patria y son servidores públicos. Estamos para escucharlos, para alentarnos, para sostenerlos, para animarlos espiritualmente desde nuestra propia identidad y misión.

Como nos recordó el Papa Francisco, <<la presencia es el acto de amor de Dios>>. Dios se hizo presente y manifiesta el amor, siempre nuestra presencia deberá ser manifestación del amor”.-