MONS. OLIVERA | Agradezco al Señor por el don de la vida de Mons. Laguna, ha sido para mí un referente, un padre, un hermano y sin duda un amigo, así lo expresaba el Obispo Castrense y para las Fuerzas Federales de Seguridad en ocasión de cumplirse el 50° aniversario de la ordenación Episcopal de Mons. Justo Oscar Laguna. El 8 de marzo se cumplirá medio siglo de la ordenación Episcopal de Mons. Laguna, quien fuera elegido por Su Santidad Pablo VI Obispo en 1975, ejerciendo el ministerio de Obispo Auxiliar de San Isidro hasta ser elegido por Su Santidad, Juan Pablo II Obispo de la Diócesis de Morón en 1980.
Mons. Laguna un hombre de Dios de quien seguimos aprendiendo cada día en que repasamos su vida, y una buena opción, es iniciar ese estudio desde el propio lema de escudo episcopal: In Verbo tuo laxabo rete (Por tu Palabra echaré las redes). A medio siglo de su ordenación, cada acción y palabra escrita por el Obispo ahonda y nos interpela en nuestro presente, para seguir meditando y trabajando, para que los hombres de este tiempo se encuentren con Dios.
Mons. Santiago Olivera en este aniversario, compartía con nuestra redacción, “en el año dos mil, en el inicio del Siglo XXI, en ocasión del aniversario 25 de la ordenación Episcopal de Mons. Laguna tuve la gracia de escribir el libro: «Navega mar adentro», donde hay frases del Obispo que no tienen ningún desperdicio y que quisiera repasarlas con todos ustedes”.
Pero antes de ello, quisiéramos compartir de esta misma obra la definición de Mons. Santiago respecto del Obispo, así lo describe, “Mons. Laguna es el Obispo que suscita admiración y respeto en los más variados ambientes, aún entre los no creyentes. El Obispo que, desde sus primeros años sacerdotales, puso de manifiesto su visión del mundo, en especial en el campo de los derechos humanos. Incansable trabajador de la democracia durante los años anteriores a 1983”.
En este sentido, Mons. Laguna no escatimo esfuerzo en ocuparse también en la tarea de consolidación de la joven democracia en nuestro país, siendo su voz escuchada por todos, así lo atestiguan sus propias palabras compartidas el 15 de agosto de 1996, en el programa Almorzando con Mirtha Legrand donde nos decía, [la verdad se sostiene por su propia fuerza, no hay otro camino posible]».
En ese mismo programa, el Mons. Justo compartía, además, [todos los argentinos en algún momento de la historia tendrán que mirar hacia adelante, no se trata de olvidar, sino de poner la vista en aquello que hay que reconstruir], estas son consideraciones sobre el perdón y la reconciliación”.
Pero el mensaje compartido por Mons. Laguna tiene hoy tanta actualidad que, si no fuera por la fecha en que fue compartido, pareciera que habla de nuestra argentina actual. En 1994, en el Diario La Nación, decía, [Ningún plan económico brinda la igualdad absoluta ya que los hombres no son iguales en capacidad y talento. Pero no por eso debemos admitir la exclusión].
En el Diario La Opinión de Morón, en junio de 1994, [Yo creo que, no en la Argentina, sino en el mundo, el sistema económico que está en boga tiende a la exclusión, es decir que un grupo de ciudadanos no pueden participar de ninguno de los beneficios del plan económico, como pueden ser la estabilidad, el crecimiento. No por maldad, sino porque el sistema como tal requiere la exclusión].
Pero no solo se ocupó de hablar sobre estos temas que son de real actualidad hoy, también se preocupó por recordarnos a los creyentes cuál debe ser nuestra actitud como creyentes. Así entonces, el 21 de septiembre de 1989, Mons. Laguna nos recordó en el diario Página 12, [ni Dios siendo Dios puede perdonar al pecador si este no se arrepiente. Dios no puede evitar que el hombre se ponga en contra de Él, porque respeta su libertad, la libertad que Él mismo le ha dado, pero solo en la medida en que el hombre vuelve a Dios y esto es, conversión, puede existir el perdón y la nueva amistad con Él]».
En el mismo diario, pero el 7 de marzo de 1995 Mons. Justo compartía, [hay una memoria que puede ser neurótica, pero hay otra que, al revés, cauteriza y le permite al hombre preparar un futuro muchísimo mejor que lo vivido. En el año 1981, los obispos decíamos que la reconciliación vendría exclusivamente por la vía de la verdad, la justicia y el mutuo perdón]”.
Así podemos traer al presente expresiones que hoy nos invitan a reconocer que debemos seguir profundizando, así el 5 de abril de 1995 en su columna de opinión de América Noticias, el Mons. Justo Laguna compartió, [el reconocimiento que hace el ejército es un gesto de trascendencia en la búsqueda de la verdad. No tengamos miedo de aceptar los hechos, este es el camino de la auténtica reconciliación].
Reflexionando, Mons. Olivera nos compartió, “sin lugar a duda, hoy no puedo dejar de agradecer al Señor por el don de la vida de Mons. Laguna quien me recibió en el Seminario, me ordenó Diácono, Sacerdote y Obispo en la Catedral de Morón. Su vida Episcopal ha sido para mí un fruto enorme, un referente, un padre, un hermano y sin duda un amigo.
Doy gracias a Dios por estos cincuenta años de fecunda vida episcopal que queda grabada en el corazón de Dios, sabiendo que está gozando allí de su presencia. No solo es de bien nacido ser agradecido, sino que serlo, es una respuesta evangélica”.
Completando, cerraba diciendo, “en este nuevo aniversario doy gracias al Señor en primer lugar por este hijo, instrumento suyo, por su misericordia y su entrega. Entrega a Dios y a la Iglesia que pude palpar en este tiempo que pude compartir con él, desde 1980 hasta el 2005 tiempo en que él se retiró y que luego también pude seguir compartiendo y aprendiendo de esta figura episcopal”.–
Gracias x compartirme los escritos de Monseñor Laguna y Monseñor Olivera.Dos importantes referentes de la Iglesia Católica!!