MONS. OLIVERA | Ante nuestras dudas, como María, respondamos desde la mirada del creyente con plena confianza en Dios, así lo pedía el Obispo Castrense y para las Fuerzas Federales de Seguridad al compartir la Homilía en la celebración de la Santa Misa durante la convivencia vocacional en el Seminario Diocesano. La convivencia inició el último viernes 22 de noviembre y se extendió hasta el domingo 24 y tuvo la participación de Mons. Santiago Olivera, el Rector del Seminario San Juan de Capistrano y Santo Cura Brochero, Padre Daniel Díaz Ramos, el Vicerrector del Seminario y Delegado Vocacional, Padre Diego Pereyra, seminaristas y jóvenes candidatos en camino de discernimiento.
La segunda convivencia vocacional se desarrollaba bajo lema «Tú sígueme», comenzaba en la tarde del último viernes con la celebración Eucarística. En la mañana del sábado, mientras se compartía el desayuno, se proyectó un vídeo de Haití de diciembre del 2010 sobre las actividades del capellán con el contingente de militares en las misiones de paz.
Mons. Santiago en esta segunda jornada del encuentro visitaba el Seminario donde presidió la Santa Misa, celebrando a la Virgen María. Cada sábado la Iglesia recuerda de modo especial a la Madre Santísima, al respecto, el Obispo compartía a la luz del Evangelio de la Anunciación, esta docilidad de la Virgen, y así también como Ella se preguntaba: ¿cómo puede ser esto?
Mons. Olivera entonces, invitaba también, “(…) ante nuestros propios: cómo puede ser esto, cómo puede ser que tenga este interrogante, este deseo de ser sacerdote, este deseo de saberme llamado, cómo puede ser que tenga este temor, cómo puede ser que tenga esta duda. Ante estos interrogantes, tengamos la misma confianza que tuvo María. Busquen ante los propios «¿cómo puede ser esto’», la respuesta desde una mirada creyente y una plena confianza en Dios, para quien «nada es imposible»”.
Antes del final de la Misa y de compartir la bendición, Mons. Santiago retomando el Evangelio nos compartía que el Ángel le dice a la Virgen «Dios te ha favorecido». A lo que el Obispo invitaba a poner en aquella frase, nuestro nombre y decirnos que, “también Dios nos ha favorecido a cada uno de lo que estábamos aquí, porque nos ha favorecido primero por su gran amor, pero también nos ha favorecido porque nos invita a seguirlo. Nos ha dado la gracia de la vocación, y también la gracia de querer responder a eso que Dios nos pide; debemos sentirnos así, de algún modo como María, «favorecidos por Dios»”.
En el encuentro- con los jóvenes que participaron- se centró también tanto el Padre Daniel Díaz Ramos como el Padre Diego Pereyra, en compartir con ellos, las características propias del sacerdote castrense: misionero, itinerante con la disponibilidad de la entrega de la propia vida, creativos y buenos samaritanos.
Se destacaron las figuras de San Juan de Capistrano patrono universal del Clero Castrense y también del siervo de Dios, Coronel Argentino del Valle Larrabure– como testigos claros tanto en la disponibilidad de la entrega de la propia vida en favor del anuncio del Evangelio, como así también la capacidad de Buen Samaritano que sabe compadecerse y sabe siempre perdonar y confiar plenamente en la misericordia de Dios.
El encuentro vocacional culminaba con la celebración de la Eucaristía del domingo solemnidad de Cristo Rey. Ese día, luego durante el desayuno se compartía una breve evaluación del encuentro con los jóvenes que participaron.-
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