Mons. Olivera | ¡Cuánto bien nos hace que recen por nosotros! Así lo expresó el Obispo Castrense de Argentina al compartir su mensaje con motivo de la Jornada Mundial de la Oración por la Santificación de los Sacerdotes. A la luz de las palabras del Santo Padre, Mons. Santiago Olivera compartía, “la Providencia ha querido, este año, que esta Jornada nos encuentre juntos, participando de nuestro encuentro anual y, también, que celebremos la ordenación diaconal de nuestro querido seminarista Luis Villafañe”.
Completando, antes del final de su carta, el Obispo decía, “que este paso de Dios en la vida de él, anime la perseverancia de los demás seminaristas y genere una respuesta generosa en los que el Señor llama. En esta acción de gracias quiero sumar a toda la familia de nuestro obispado castrense, agradecerles la oración por mí y por sus sacerdotes capellanes: ¡Cuánto bien nos hace que recen por nosotros!”
A continuación, compartimos en forma completa el mensaje de Mons. Santiago Olivera, Obispo Castrense de Argentina:
OBISPADO CASTRENSE DE ARGENTINA
Jornada Mundial de Oración
por la Santificación de los Sacerdotes
Pilar- Buenos Aires, 16 de junio de 2023
Querido hijo, hermano, amigo sacerdote:
En el día del Sagrado Corazón, celebramos también, cada año: “La Jornada Mundial de Oración por la Santificación de los sacerdotes”. Quiero aprovechar este acontecimiento de fe, para compartirte algunas palabras.
El Papa Francisco, en su mensaje anual por la Jornada de oración por las vocaciones, nos decía:
“Es una ocasión preciosa para redescubrir con asombro que la llamada del
Señor es gracia, es un don gratuito y, al mismo tiempo, es un compromiso a
ponerse en camino, a salir, para llevar el Evangelio”[1]
La Providencia ha querido, este año, que esta Jornada nos encuentre juntos, participando de nuestro encuentro anual y, también, que celebremos la ordenación diaconal de nuestro querido seminarista Luis Villafañe.
Las palabras de Francisco más estos acontecimientos de gran gozo y alegría, como es el encontrarnos y, más aún, celebrar la consagración de un hermano nuestro, me suscita, como pastor de porción de la Iglesia que se me ha confiado, una gran acción de gracias:
a Dios, en primer lugar, reconociendo- una vez más- que “El pasa haciendo el bien”, tal como lo hemos recordado, reflexionado y celebrado en estos días. Nos muestra el estilo de nuestro pastoreo, ser pastores es pasar- con Jesús y a su estilo haciendo el bien en cada una de las personas que se nos confían.
a cada uno de ustedes, que respondieron y responden con generosidad a la vocación, llamado y misión recibida; como dice el Papa, que sea para ustedes y lo sea para mí, “una ocasión preciosa para redescubrir con asombro que la llamada del Señor es gracia, don gratuito”. Agradezco que asuman el compromiso que eso también lleva. ¡Cuánto bien hace constatar que la porción del rebaño que se les confía, los conocen, saben su nombre, los saben presentes y cercanos! Que esa respuesta sea, cada vez mayor, y de todos.
a la posibilidad de imponer las manos sobre Luis y conferirle el orden sagrado, en el orden del diaconado. Su respuesta generosa, nos suscita esperanza. Un joven de las tierras sanjuaninas, de una familia generosa y de “puertas abiertas”, que, en las filas de la Armada, descubrió que Dios lo llamaba a ser sacerdote y no mezquinó la respuesta.
Que este paso de Dios en la vida de él, anime la perseverancia de los demás seminaristas y genere una respuesta generosa en los que el Señor llama.
En esta acción de gracias quiero sumar a toda la familia de nuestro obispado castrense, agradecerles la oración por mí y por sus sacerdotes capellanes: ¡Cuánto bien nos hace que recen por nosotros!
Les dejo un paternal y fraternal abrazo y bendición en el Corazón Sagrado de Jesús, el Buen Pastor, y su Madre, la Virgen Madre de todos, en la muy querida advocación de la Virgen de Luján, patrona nuestra.
+ Santiago Olivera
Obispo Castrense de Argentina
[1] Mensaje para la 60° Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones
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