Mons. Olivera | Debemos rezar no solo por nuestra Patria sino por quienes nos gobiernan y por cada argentino

8 febrero, 2019

Mons. Olivera | Debemos rezar no solo por nuestra Patria sino por quienes nos gobiernan y por cada argentino, la expresión surge al momento de sugerirnos hoy poder repasar una especial Homilía brindada por el Santo Padre Francisco. El Obispo Castrense de Argentina, Mons. Santiago Olivera nos decía además, “debemos releer y rezar esta catequesis”, agregando, “es para saborearla, rumiarla y convertir así nuestro corazón”.

La recomendación no es casual, es que este 8 de febrero, el Presidente de la República Argentina está cumpliendo años, en tal sentido nuestro Obispo nos convoca como fieles a ofrendar nuestro mejor aporte, la oración sincera. Mons. Olivera nos señalaba, “en la actualidad hay muchas cosas que nos duelen desde hace tantos años, logros no alcanzados, promesas incumplidas, pobreza creciente, la vida amenazada, y tantos otros males pasados y presentes”.

Por todo ello, exclamó, “¡Cuánto debemos rezar por la Patria, por los que nos gobiernan y por cada argentino!”. A la Homilía que hacía referencia el Obispo Castrense de Argentina, era la brindada por el Santo Padre, el 18 de septiembre de 2017.

La catequesis se explaya y habla sobre quienes tienen el honor de gobernar una nación, decía Francisco, “los gobernantes deben rezar para pedir la gracia» de servir lo mejor posible al pueblo que se les ha confiado. Y si no son creyentes, que al menos pidan consejo para no perder de vista el bien común y para salir, de todos modos, del pequeño contexto autorreferente del propio partido”.

Su Santidad Francisco indicaba que quien gobierna, “si no reza, se cierra en la propia autorreferencia o en aquella de su partido, en ese círculo del que no puede salir: es un hombre cerrado en sí mismo”. Muy por el contrario, “cuando ve los problemas reales y tiene esta conciencia de subalterno, un gobernante reza” al hacerlo madura su pensamiento y entiende “que hay otro que tiene más poder que él”.

Francisco, nos preguntó, “¿quién tienen más poder que un gobernante?”, respondiendo inmediatamente, “el pueblo, que le ha dado el poder y Dios, de quien viene el poder a través del pueblo”. Volviendo a los gobernantes y su fe, el Santo Padre indicaba, “es muy importante la oración del gobernante, tan importante porque es la oración por el bien común del pueblo que le ha sido confiado”.

Pero que deben pedir en su oración justamente quien gobierna, “los gobernantes deben pedir esta sabiduría: “‹‹Señor, dame sabiduría; Señor, no me quites la conciencia de subalterno de ti y del pueblo, que mi fuerza la encuentras allí y no en el pequeño grupo o en mí mismo»”. Sabemos que muchos podrán decir, que no son creyentes, que son ateos, en este sentido, Papa Francisco les recomendaba, “(…) si no puedes rezar, mídete con tu conciencia; mídete con los sabios; llama a los sabios de tu pueblo y mídete”.

Es muy importante comprender este aspecto, el Santo Padre insiste, “si no puedes rezar, al menos haz esto, pero no te quedes solo con el pequeño grupo de tu partido. No, esto es autorreferente: sal, busca el consejo fuera o en la oración o confrontándote con aquellos que pueden aconsejarte. Esta es la oración del gobernante”.

Pero, atentos, no solo los gobernantes deben rezar, “el pueblo debe rezar por los gobernantes y nosotros no tenemos una conciencia fuerte sobre esto: cuando un gobernante hace una cosa que no nos gusta, decimos cosas feas; si hace una cosa que nos gusta: ¡Ah, qué bueno!”. Pero lo dejamos solo, lo dejamos con su partido, dejamos que se las arregle con el Parlamento, con esto, pero no solo”. Su Santidad Francisco nos dice directamente, “nosotros no podemos dejar a los gobernantes solos: debemos acompañarlos con la oración”.

Cabe mencionar, que con motivo del natalicio del Sr. Presidente de la Nación, Ingeniero Mauricio Macri, esta mañana Mons. Olivera le hizo llegar su cordial saludo, felicitándolo por su nuevo cumpleaños. Como es de público conocimiento, el Sr. Presidente de la República es el Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, además Presidencia de la Nación, Casa Rosada y Quinta de Olivos el ámbito donde convive el primer mandatario está confiado al Obispado Castrense de Argentina y particularmente al Pastoreo de nuestro Obispo, Mons. Santiago Olivera.

Es importante señalar, que tanto el Sr. Presidente como todo el personal a cargo de las dependencias señaladas, además del ámbito de lo Ministerios de Defensa y Seguridad Nacional conforme a estatutos de la Santa Sede, son feligreses de nuestro Obispado Castrense de Argentina. Por tal razón, en esta jornada tan especial que vive hoy nuestro Mandatario Argentino, nuestro Obispo nos convoca a rezar por quien nos gobierna.

A continuación compartimos con ustedes la Homilía del Santo Padre Francisco:

Homilía del Santo Padre Francisco, 18 de septiembre de 2017

(Gentileza de: L’Osservatore Romano, ed. sem. en lengua española, n. 38.)

«Es una pena confesar no rezar por los gobernantes». Y esta oración debe hacerse sobre todo «para no dejar solos» a aquellos que tienen menos «conciencia» de que su poder no es absoluto sino que viene del pueblo y de Dios. Pero también «los gobernantes deben rezar para pedir la gracia» de servir lo mejor posible al pueblo que se les ha confiado. Y si no son creyentes, que al menos pidan consejo para no perder de vista el bien común y para salir, de todos modos, del pequeño contexto autorreferente del propio partido.

Al comentar las lecturas de la liturgia, el Pontífice enseguida señaló que «en el centro están los gobernantes». En la primera lectura, trató la Primera Epístola a Timoteo (2, 1-8). Pablo aconseja «rezar por los gobernantes: por todos, también por aquellos que gobiernan». Después, en el Evangelio según San Lucas (7, 1-10) «hemos visto a un gobernante que reza: este centurión es un gobernante y tenía un problema con un siervo enfermo». Pero «hay una frase aquí que llama la atención: “Ama a nuestro pueblo”». Por lo tanto, afirmó Francisco, «está el gobernante que ama a un pueblo» incluso siendo «extranjero». Y «amaba a su siervo: porque amaba se preocupaba y porque se preocupaba fue a buscar la solución para resolver este problema de la enfermedad. Y acudió a Jesús y rezó».

«Este hombre —señaló en Pontífice— sintió la necesidad de la oración, pero, ¿por qué? Porque amaba, ciertamente». Pero también «porque tenía la conciencia de no ser el dueño de todo, de no ser la última instancia». San Lucas reporta las palabras del centurión romano: «porque también yo, que soy un subalterno, tengo soldados a mis órdenes». Son palabras que, explicó el Papa, expresan «la conciencia del gobernante que sabe que sobre él hay otro que manda. Y esto lo lleva a rezar».

«El gobernante que tiene esta conciencia, reza», ratificó el Papa. Por lo demás, «si no reza, se cierra en la propia autorreferencia o en aquella de su partido, en ese círculo del que no puede salir: es un hombre cerrado en sí mismo». Pero «cuando ve los problemas reales y tiene esta conciencia de subalterno, un gobernante reza» explicó. Porque tiene la conciencia de «que hay otro que tiene más poder que él».

Claro, añadió, quisiera preguntaros «¿quién tienen más poder que un gobernante?», y la respuesta, dijo Francisco, es «el pueblo, que le ha dado el poder y Dios, de quien viene el poder a través del pueblo».

«Es muy importante —insistió el Pontífice— la oración del gobernante, tan importante porque es la oración por el bien común del pueblo que le ha sido confiado». Y precisamente a este propósito, confió: «Recuerdo un vez, hace tiempo, que un gobernante me dijo esto: “Yo todos los días me tomo dos horas de silencio delante de Dios”. Yo pensé: “Pero este gobernante está atareado, tantas cosas…”». Pero realmente es importante, explicó de nuevo Francisco, «pedir la gracia de poder gobernar bien». Y así, «cuando Dios pide a Salomón: “¿Qué quieres: oro, plata, riquezas, poder, qué?”, ¿cuál fue la respuesta de Salomón?, “dame sabiduría para gobernar”».

Precisamente «por esto —afirmó el Papa— los gobernantes deben pedir esta sabiduría: “Señor, dame sabiduría; Señor, no me quites la conciencia de subalterno de ti y del pueblo, que mi fuerza la encuentras allí y no en el pequeño grupo o en mí mismo”».

Por lo tanto, repitió el Pontífice, «es muy importante que los gobernantes recen: es muy importante». Pero, prosiguió, tal vez «alguno pueda decirme: “Padre, es cierto eso que usted dice, pero yo no soy creyente, yo soy agnóstico, soy ateo”». La respuesta del Papa fue: «De acuerdo, pero mídete: si no puedes rezar, mídete con tu conciencia; mídete con los sabios; llama a los sabios de tu pueblo y mídete». Por eso, «si no puedes rezar, al menos haz esto, pero no te quedes solo con el pequeño grupo de tu partido. No, esto es autorreferente: sal, busca el consejo fuera o en la oración o confrontándote con aquellos que pueden aconsejarte». Y «esta es la oración del gobernante».

En la primera lectura, recordó Francisco, «Pablo nos habla y nos aconseja rezar por los gobernantes: “Que se hagan —aconseja— preguntas, súplicas, oraciones y agradecimientos para todos los hombres, para el rey —todos los reyes— y para todos aquellos que están en el poder, para los gobernantes, para que podamos llevar una vida calmada y tranquila, digna, dedicada a Dios». Por lo tanto, recomienda Pablo, «el pueblo debe rezar por los gobernantes y nosotros no tenemos una conciencia fuerte sobre esto: cuando un gobernante hace una cosa que no nos gusta, decimos cosas feas; si hace una cosa que nos gusta: ¡Ah, qué bueno!”. Pero lo dejamos solo, lo dejamos con su partido, dejamos que se las arregle con el Parlamento, con esto, pero no solo».

Y tal vez hay quien se desenvuelve diciendo: «Yo lo he votado» o «yo no lo he votado, que haga lo suyo». En cambio, insistió Francisco, «nosotros no podemos dejar a los gobernantes solos: debemos acompañarlos con la oración». Los cristianos «deben rezar por los gobernantes». Y también en este caso, señaló el Papa, alguno podrá objetar: «Padre, ¿cómo voy a rezar por este que hace tantas cosas malas?». Pero precisamente entonces «tiene más necesidad aún: reza, ¡haz penitencia por el gobernante!». «La oración de intercesión —es tan bonito esto que dice Pablo— es para todos los reyes, para todos aquellos que están en el poder», prosiguió el Pontífice. Y lo es «porque podemos conducir una vida calmada y tranquila». De hecho, «cuando el gobernante es libre y puede gobernar en paz, todo el pueblo se beneficia de esto». «Nosotros debemos crecer en esta conciencia de rezar por los gobernantes» repuso el Papa. Es más: «Yo os pido un favor: que cada uno de vosotros tome hoy cinco minutos, no más. Si es un gobernante, que se pregunte: “¿Yo rezo a aquello que me ha dado el poder a través del pueblo?”. Si no es gobernante, “¿yo rezo por los gobernantes? Sí, por esto y por aquello, sí porque me gusta, por aquellos, no”». Pero son precisamente aquellos los que «tienen más necesidad». Por lo tanto, es oportuno preguntarnos: «¿Rezo por todos los gobernantes?. Y si encontráis, cuando hacéis examen de conciencia para confesaros, que no habéis rezado por los gobernantes, contad esto en la confesión. Porque no rezar por los gobernantes es un pecado».

Como conclusión, el Papa sugirió pedir «al Señor en esta misa la gracia de que nos enseñe a rezar por nuestros gobernantes: por todos aquellos que están en el poder, dice Pablo que nos enseña». Y «también la gracia de que los gobernantes recen».

 

   

 

 

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