MONS. OLIVERA | En la creatividad, propia del amor, tendremos ocasiones próximas y permanentes para el ejercicio de la caridad, así lo expresó el Obispo Castrense de Argentina al compartir su mensaje a la Comunidad Diocesana desde el espacio compartido semanalmente en el boletín Orillando el Encuentro. Mons. Santiago Olivera, a la luz del Evangelio y del reciente mensaje compartido con sus hermanos obispos argentinos en la reciente Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), nos pedía, “como Iglesia diocesana, intensificar y fortalecer los caminos de ayuda, desde nuestra Caritas, pero también generando otros espacios de ayuda, para tantos que experimentan las difíciles consecuencias de este tiempo”.

A continuación, compartimos en forma completa el mensaje de Mons. Santiago Olivera, Obispo Castrense de Argentina:

Querida Comunidad Diocesana:

“Amar a los demás…un amor con gestos, porque nuestros gestos son el modo de demostrarle a nuestro pueblo que entendemos su dolor. Advertir sus heridas y vivirlas en proximidad y cercanía. Tomar partido por los más frágiles, defender su dignidad, implicarnos personalmente en sus gozos y esperanzas, en sus sufrimientos y problemas”

Estas palabras tomadas del mensaje que- como obispos de Argentina- hemos querido compartir con toda la Iglesia que peregrina en nuestro país, quiere movilizarnos a una caridad activa, efectiva, afectiva y concreta. La voz del Evangelio, esa voz firme y serena, mansa y arrolladora, fuente de paz y que interpela, tiene su corazón en el “protocolo sobre el cual seremos juzgados: «Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme» (Mt. 25,35-36)[1]

A la luz del mensaje compartido, es una favorable ocasión para volver a esta página del Evangelio y, si nos viene la tentación de las reticencias para ayudar, recordar lo enseñado también, por el Papa: “Ante la contundencia de estos pedidos de Jesús es mi deber rogar a los cristianos que los acepten y reciban con sincera apertura, «sine glossa», es decir, sin comentario, sin elucubraciones y excusas que les quiten fuerza.”[2].

En la creatividad, propia del amor, tendremos ocasiones próximas y permanentes para el ejercicio de la caridad.  San Alberto Hurtado decía que en tiempos difíciles no nos tenemos que cansar de amar a los demás y de alegrar sus vidas.

Propuesta que nos desafía a todos. Vale recordar a Don Oreste Benzi, un infatigable apóstol de la caridad, siempre en favor de los últimos y de los indefensos, solía repetir que no hay nadie tan pobre que no tenga nada que dar, ni hay nadie tan rico que no tenga necesidad de algo que recibir.[3]

Como Iglesia diocesana, intensificar y fortalecer los caminos de ayuda, desde nuestra Caritas, pero también generando otros espacios de ayuda, para tantos que experimentan las difíciles consecuencias de este tiempo. También tiempo favorable para volver nuestra mirada a los que sufren, presos con prisiones preventivas extensas, en sus casas, enfermos; agudizar la oración con esperanza, que movilice el corazón de quienes tienen en sus manos, el poder “hacer algo más”.

Dios nos irá suscitando y confiamos, nos dé un corazón generoso, aprendiendo de Él “que no se deja ganar en generosidad”

Mi paternal bendición en el Señor Jesús y en su Madre, la Virgen María

+Santiago

Obispo Castrense para las Fuerzas Armadas

y las Fuerzas Federales de Seguridad