Mons. Olivera | Los Sacerdotes, en cada Eucaristía rezamos por todo el pueblo, los tenemos muy presente en la patena de cada Misa a todos y a nuestra Patria, así lo afirmaba el Obispo Castrense de Argentina al referirse sobre el día del Señor (Domingo) en el ciclo Centinelas de la Paz. Al respecto, Mons. Santiago Olivera nos habló sobre imposibilidad de asistir a Misa respetando las determinaciones del estado nacional adoptadas para así, evitar la expansión del coronavirus (COVID-19).
Al respecto, nos decía, “comenzamos la cuarentena y como muchos, respetuosamente estamos en casa, cumpliendo las disposiciones nacionales, para cuidarnos y cuidar a los hermanos, para cuidar nuestra Patria. Para lograr como señalan los que saben, alcanzar que esta pandemia no se expanda y no se genere lo que viven en países hermanos, en Europa y el mundo que nos duele tanto y a todos nos impresiona vivir este tiempo”.
Continuando, Mons. Olivera, afirmaba, “además, se de muchos y ante todo agradecemos por su fe, que están sufriendo por no poder participar de la Eucaristía. Pero, afortunadamente contamos con herramientas para seguir en contacto, y por supuesto debemos valorar la creatividad y la capacidad de los medios actuales, que nos permiten unirnos espiritualmente”.
Profundizando esta gran posibilidad tecnológica, el Obispo Castrense de Argentina, nos recordaba, “muchos de nosotros conocemos la comunión espiritual, la hemos rezado en nuestras comunidades y Eucaristías.
Creo Señor mío
que éstas realmente presente en el
Santísimo Sacramento del altar.
Te amo sobre todas las cosas y
deseo ardientemente recibirte
dentro de mi alma; pero,
no pudiendo hacerlo ahora
sacramentalmente, ven al menos
espiritualmente a mi corazón.
Y como si te hubiese recibido,
me abrazo y me uno todo a Ti;
Oh Señor, no permitas que
me separe de Ti.
Amén
Esta oración, la hemos escuchado en varias comunidades nuestras, y justamente, en la actualidad que vivimos, cobra una densidad muy importante para todos. Quizás el hábito de comulgar nos ha hecho acostumbrarnos a este gran Don que significa la Eucaristía”.
A raíz de las medidas tomadas por nuestro país, para así evitar la propagación del coronavirus (COVID-19), sin olvidarnos de la adhesión dispuesta a ellas de la CEA (Conferencia Episcopal Argentina), nuestros templos se encuentran cerrados y no hay actividades religiosas. En este sentido, nos decía Mons. Santiago Olivera, “no estamos los domingos con posibilidades de acercarnos a Misa, pero el Domingo es el día del Señor, es el día de la Palabra, los invito a leerla y reflexionar sobre la Palabra del Señor, meditarla y si es posible hacerla en familia y destinar un tiempo a la oración”.
Como es lógico la imposibilidad de encontrarnos, también ha desencadenado un sin número de posibilidades de cómo poder suplirlo y al mismo tiempo estar en contacto, es así como nuestros fieles mantienen un estrecho vínculo con nuestro Obispo y nuestros Capellanes. En esta ocasión, nuestro Obispo nos compartía, “también quiero agradecer el testimonio de muchos de ustedes, en particular, me ha llegado un mensaje de un familiar, a quien valoro y quiero. Sencillamente me decía esto que toco mi corazón y creo que emocionará a todos. Esto me señalaba, <<hoy no podré ofrecer la Misa, solo oraciones, si supieras Santiago cuanto envidio a los Sacerdotes, en el momento que comulgues dile a Jesús en tu corazón, que yo quiero comulgar con vos. Me estoy uniendo con esta dolorosa abstinencia Eucarística a todas las comunidades y Misas de la tierra. Me harías con ello un gran favor>>”.
A lo que agregó, “admiro el testimonio y fe de esta sencilla persona, que también refleja el del pueblo de Dios que tanto nos enseña a los que estamos acostumbrados a celebrar el gran Misterio, el gran milagro de Jesús que se hace alimento para todos. Los Sacerdotes, siempre, en cada Eucaristía rezamos por todo el pueblo, los tenemos en la patena en cada Misa muy presente a todos y a nuestra Patria. No dejamos de rezar, Bendiciones en este día particular que Dios le concede al mundo y en especial a nuestra Patria”, finalizó Mons. Santiago Olivera.-
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