Mons. Olivera | Que cada vez más, estos encuentros, nos sirvan para crecer en comunión, que podamos experimentar con gozo este desafío de ser miembros de una particular Iglesia, así lo expresaba el Obispo Castrense de Argentina en un mensaje de voz transmitido desde Austria donde participa del Encuentro de Obispos Castrenses y dirigido a las familias castrenses. El mismo fue difundido en el encuentro de Pastoral de la Familia desarrollado en la Región Pastoral Centro de nuestra Diócesis, en la Parroquia, Sagrado Corazón de Jesús en el BMGD (Barrio Militar Gral. Deheza), Córdoba este último sábado 25 de junio.

El encuentro fue presidido en representación de Mons. Santiago Olivera por el Delegado de Pastoral de la Familia, Capellán, Padre Marcelo Mora, quien viajó hasta Córdoba tal como sucedía en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) para poder encontrarse con las familias. En aquella oportunidad, el mismo se desarrollaba en la Parroquia Ntra. Sra. de Luján Castrense donde las familias de la Región Buenos Aires pudieron participar de la reunión.

En su mensaje, Mons. Santiago, decía, “querida familia, quiero mandarles un fuerte abrazo, me alegra mucho el trabajo que se viene desplegando en nuestra Diócesis (…)”. Recordando, también, “el Obispado Castrense de Argentina, es una Diócesis peregrina, que está presente allí donde hay un hombre o una mujer y sus familias de nuestras Fuerzas Armadas y Fuerzas Federales de Seguridad”.

En otro tramo de su mensaje, compartía, además, “quiero animarlos, quiero sostenerlos desde la distancia con mi bendición, con mi oración, con mi afecto y Dios quiera que vayamos dando los frutos que el Señor espera en nuestra Iglesia Diocesana. Que cada vez más, por estos encuentros o nuevos modos de comunicación, nos sirvan para crecer en comunión, en fraternidad, que podamos experimentar con gozo este desafío de ser miembros de una particular Iglesia”.

A continuación, compartimos en forma textual el mensaje de Mons. Santiago Olivera, Obispo Castrense de Argentina:

Querida familia, quiero mandarles un fuerte abrazo, me alegra mucho el trabajo que se viene desplegando en nuestra Diócesis, un poco animado por el Padre Marcelo Mora, que es el de acompañar a nuestras familias. Sentir que estamos en las Fuerzas, pero también pertenecemos a una diócesis Castrense, particular, personal, donde cada uno de ustedes y sus familias son parte de nuestra Diócesis, como me gusta decir, el corazón de cada uno.

El Obispado Castrense de Argentina, es una Diócesis peregrina, que está presente allí donde hay un hombre o una mujer y sus familias de nuestras Fuerzas Armadas y Fuerzas Federales de Seguridad. Quiero animarlos, quiero sostenerlos desde la distancia con mi bendición, con mi oración, con mi afecto y Dios quiera que vayamos dando los frutos que el Señor espera en nuestra Iglesia Diocesana.

Que cada vez más, por estos encuentros o nuevos modos de comunicación, nos sirvan para crecer en comunión, en fraternidad, que podamos experimentar con gozo este desafío de ser miembros de una particular Iglesia. Única en nuestro país, que nos corresponde toda la República Argentina y allí donde hay militares haciendo misiones en sus servicio y función de soldados de la Patria. Un fuerte abrazo, que Dios los bendiga mucho.