MONS. OLIVERA | Que el Sagrado Corazón de Jesús, en quien confiamos, nos siga haciendo sacerdotes según su corazón, testigos alegres de la esperanza y la contagiemos, así lo expresa el Obispo Castrense y de las Fuerzas Federales de Seguridad en un mensaje compartido a los Sacerdotes Capellanes. Difundida en la jornada del 27 de junio, Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, Jornada de Oración por la Santificación de los Sacerdotes, Mons. Santiago se dirigía a ellos, diciéndoles, “renovando la gratitud por la vida y ministerio de cada uno de ustedes, les comparto algunas líneas, también para saludarlos”.

Continuando, les compartía a los Capellanes parte de las palabras del mensaje transmitido por Su Santidad León XIV en su reciente encuentro, de quién reseñó, »¡concíbanse entonces a sí mismos a la manera de Jesús! Ser de Dios —siervos de Dios, pueblo de Dios— nos une a la tierra: no a un mundo ideal, sino al mundo real. Como Jesús, son personas de carne y hueso las que el Padre pone en su camino«.

Continuando, Mons. Olivera decía, “tomo estas palabras y las uno a lo que, muchas veces, hemos compartido sobre nuestro campo de misión, donde debemos reconocer [y reconocemos] que servimos a hombres y mujeres “de carne y hueso en un mundo real”, como dice el Papa. Somos el corazón de Cristo Buen Pastor entre ellos, el buen pastor da la vida, ama hasta el extremo, no huye ni se espanta ante el corazón frágil de los que le son confiados. Obra siempre con misericordia y cercanía. Agradezco este obrar de cada uno de ustedes”.

Completando, el Obispo señaló, “que el Sagrado Corazón de Jesús, en quien confiamos, nos siga haciendo sacerdotes según su corazón, testigos alegres de la esperanza y la contagiemos, muy especialmente, en este Año Jubilar”. Finalizando su carta, invitó a rezar la oración de Santa Teresita del Niño Jesús pidiendo por sacerdotes santos.

A continuación, compartimos en forma completa el mensaje de Mons. Santiago Olivera, Obispo Castrense y de las Fuerzas Federales de Seguridad:

Buenos Aires, 27 de junio de 2025

Prot. 089/25 (2)

Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús

Jornada de Oración por la Santificación de los Sacerdotes

“Corazón de Cristo, Corazón  del sacerdote, peregrino de la esperanza”

Queridos  capellanes:

                                    Renovando la gratitud por la vida y ministerio de cada uno de ustedes, les comparto algunas líneas, también para saludarlos

                                    El Papa León, con quien pude compartir hace unos días con él, compartiendo la realidad de nuestro Obispado- teniéndolos presente a ustedes- nos decía sobre el sacerdocio:

                                    “… ¡concíbanse entonces a sí mismos a la manera de Jesús! Ser de Dios —siervos de Dios, pueblo de Dios— nos une a la tierra: no a un mundo ideal, sino al mundo real. Como Jesús, son personas de carne y hueso las que el Padre pone en su camino. Conságrense a ellas, sin separarse de ellas, sin aislarse, sin hacer del don recibido una especie de privilegio. El papa Francisco nos ha advertido muchas veces de esto, porque la autorreferencialidad apaga el fuego del espíritu misionero”.

                                    Tomo estas palabras y las uno a lo que, muchas veces, hemos compartido sobre nuestro campo de misión,  donde debemos reconocer [y reconocemos] que servimos a hombres y mujeres “de carne y hueso en un mundo real”, como dice el Papa. Mundo real que nos desafía cotidianamente, y donde, nuestra presencia- primer acto de amor- debe hablarles con nuestras palabras y testimonio de vida, de la esperanza que no defrauda.

                                    Somos el corazón de Cristo Buen Pastor entre ellos, el buen pastor da la vida, ama hasta el extremo, no huye ni se espanta ante el corazón frágil de los que le son confiados. Obra siempre con misericordia y cercanía. Agradezco este obrar de cada uno de ustedes.

                                    Concluyo este saludo, con una recomendación, también del Papa a los sacerdotes

                                    “Los invito a cultivar la fraternidad sacerdotal entre ustedes, a mantener un estrecho lazo de caridad con sus obispos y a rezar sin cesar por la unidad de la Iglesia. Que el Espíritu Santo los ayude a renovar cada día el don generoso que han hecho de ustedes mismos al Señor, el día de su ordenación”

                                    Es una favorable ocasión para volver  a hacer  memoria del día de nuestra ordenación, el lema sacerdotal escogido, volver a pasar por el corazón- con gratitud- el camino sacerdotal recorrido y depositar en la misericordia de Dios, nuestras debilidades. Somos y nos sabemos, como decía el Papa Francisco “misericordiados por Dios para ser misericordia de Él, en favor de los demás”

                                    Que el Sagrado Corazón de Jesús, en quien confiamos, nos siga haciendo sacerdotes según su corazón, testigos alegres de la esperanza y la contagiemos, muy especialmente, en este Año Jubilar.

                                    Presentes en cada Eucaristía y oración de cada. Gracias porque rezan también por mí.

En esta Jornada los invito a que recemos la oración de Santa Teresita del Niño Jesús pidiendo por sacerdotes santos:

Oración por los sacerdotes de Santa Teresita del Niño Jesús
Oh Jesús que has instituido el sacerdocio para continuar en la tierra
la obra divina de salvar a las almas
protege a tus sacerdotes
en el refugio de tu Sagrado Corazón
Guarda sin mancha sus manos consagradas,
que a diario tocan tu Sagrado Cuerpo,
y conserva puros sus labios teñidos con tu Preciosa Sangre.
Haz que se preserven puros sus Corazones,
marcados con el sello sublime del sacerdocio,
y no permitas que el espíritu del mundo los contamine.
Aumenta el número de tus apóstoles,
y que tu santo amor los proteja de todo peligro.
Bendice sus trabajos y fatigas,
y que como fruto de su apostolado obtenga la salvación de muchas almas
que sean su consuelo aquí en la tierra y su corona eterna en el cielo. Amén.                                                          

Un paternal abrazo con bendición.

+Santiago Olivera

Obispo Castrense y de las

Fuerzas Federales de Seguridad

República Argentina