Mons. Olivera | Señor concédeles recordar siempre el deber de honrar a la Patria en el servicio gozoso y valiente del bien común, las palabras corresponden a un extracto de la invasión religiosa compartida por el Obispo Castrense de Argentina en la ceremonia de Egreso Conjunto de las Fuerzas Armadas donde también bendijo sables y espadas de los egresados. La misma se desarrollada en la media mañana del miércoles 22 de diciembre, en el Colegio Militar de la Nación en la localidad de El Palomar, provincia de Buenos Aires.

Presidió el acto de Egreso Conjunto, el Sr. Presidente de la República Argentina, Dr. Alberto Fernández, quien estuvo acompañado por el Sr. Ministro de Defensa, Lic. Jorge Taiana, los Sres. Jefes de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, el Obispo Castrense de Argentina, Mons. Santiago Olivera. Asistieron, personal de las Fuerzas Armadas, los Señores Cadetes de las distintas Fuerzas e invitados.

Durante la invocación religiosa, Mons. Santiago pedía, “Señor todopoderoso, reunidos en tu nombre y movidos por la fe, te rogamos que bendigas estos sables y espadas que portarán los nuevos Subtenientes, Guardiamarinas y Alféreces (…)”. Agregando, “concédeles recordar siempre el deber de honrar a la Patria en el servicio gozoso y valiente del bien común”.

Al concluir la ceremonia, el Obispo pudo compartir con la redacción, “valoro las palabras compartidas por el Señor Presidente quien se refirió a los hombres y mujeres de las Fuerzas Armadas. A quienes les dijo, que, en este servicio a la Patria, también amen a su pueblo, a quienes deben servir y también pidió a los ciudadanos, el pueblo, que valoren, respeten, y tengan en consideración a las Fuerzas Armadas”.

A continuación, compartimos en forma completa la invocación religiosa de Mons. Santiago Olivera, Obispo Castrense de Argentina:

Egreso Conjunto de las Fuerzas Armadas

Isaías 40, 29-30.

Él fortalece al que está fatigado y acrecienta la fuerza del que no tiene vigor. Los jóvenes se fatigan y se agotan, los muchachos tropiezan y caen. Pero los que esperan en el Señor renuevan sus fuerzas, despliegan alas como las águilas; corren y no se agotan, avanzan y no se fatigan.

Palabra de Dios.

Señor todopoderoso, reunidos en tu nombre y movidos por la fe, te rogamos que bendigas estos sables y espadas que portarán los nuevos Subtenientes, Guardiamarinas y Alféreces, que con este logro ven premiados todos sus esfuerzos y anhelos de superación.

Concédeles recordar siempre el deber de honrar a la Patria en el servicio gozoso y valiente para el bien común.

Ayúdalos a ser hombres y mujeres de paz, que luchen para hacer que Dios y la familia ocupen un lugar destacado, que consoliden nuestros valores democráticos, que progresen profesionalmente siendo agradecidos y sensatos, y que, por tu gracia, encuentren consuelo en aflicciones y seguridad en los peligros.

Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.