MONS. OLIVERA | Señor, haznos dignos de promocionar el precioso bien de la paz para construir, en colaboración fraterna con todos los pueblos, un mundo más libre y justo y una Patria de hermanos, así lo pidió el Obispo Castrense y de las Fuerzas Federales de Seguridad al compartir la invocación religiosa en el 199° aniversario del Regimiento de Artillería 1 «Brigadier General Tomás de Iriarte». Un 9 de mayo de 1826, era creado el Regimiento de Artillería Ligera, actual Regimiento De Artillería 1 «Brigadier General Tomás de Iriarte», escolta del Ministerio de Defensa.

El acto celebrado en el Cuartel de Campo de Mayo, en horas de la tarde del viernes 9 de mayo fue presidido por el Jefe del Estado Mayor General del Ejército, Teniente general Carlos Alberto Presti, quien estuvo acompañado por el Segundo Secretario de Políticas de Estrategias del Ministerio de Defensa, el Subjefe del Estado Mayor General del Ejército: General de Brigada Carlos Carugno, el Coronel Carlos Surraco, el Obispo Castrense y de las Fuerzas Federales de Seguridad, Mons. Santiago Olivera, efectivos de la Fuerza e invitados especiales.  El Obispo, compartía en la invocación religiosa pidiendo al Señor, “purifica nuestros corazones con el fuego de tu amor, templa nuestra voluntad y haznos dignos de promocionar el precioso bien de la paz para construir, en colaboración fraterna con todos los pueblos, un mundo más libre y más justo y una Patria de hermanos”.

A continuación, compartimos en forma completa la invocación religiosa de Mons. Santiago Olivera, Obispo Castrense y de las Fuerzas Federales de Seguridad:

Dios todopoderoso y eterno, a Ti, Padre de los pueblos y Señor del universo, te damos gracias por este día. El Regimiento de Artillería 1 eleva sus corazones y a los cuales nos unimos, dándote gracias por la tierra que nos diste como Patria.

Dales, Señor, para los caídos el descanso eterno. Nosotros, que somos herederos de su generoso sacrificio, queremos seguir fieles a sus entregas y a nuestra bandera.

Quédate, Señor a nuestro lado. Purifica nuestros corazones con el fuego de tu amor, templa nuestra voluntad y haznos dignos de promocionar el precioso bien de la paz para construir, en colaboración fraterna con todos los pueblos, un mundo más libre y más justo y una Patria de hermanos.

Señor, por la intercesión de Santa Bárbara, danos la fuerza para proteger y defender con nuestro servicio, a la Patria que se nos ha confiado, la serenidad a nuestros hogares y la dignidad de nuestra tierra. Todo esto, te lo pedimos por nuestro Señor Jesucristo, Tu Hijo, que contigo vive y reina, por los siglos de los siglos. Amén.