MONS. OLIVERA | Señor nos dirigirnos a ti para pedir tu don para estos jóvenes cadetes de la Escuela Naval Militar condúcelos por el camino que obedece a la nobleza de sus ideales, que tengan la grandeza de alma que necesita un marino, así lo rezaba el Obispo Castrense y de las Fuerzas Federales de Seguridad al compartir la invocación religiosa en el acto de entrega de uniformes de la de la Promoción 158° y cambio de abanderado y escoltas en la ESNM (Escuela Naval Militar). El acto, desarrollado en la tarde del viernes 30 de mayo, fue presidido por el Jefe del Estado Mayor General de la Armada, Almirante Carlos María Allievi, quien estuvo acompañado por el Director General de Educación de la Armada, Contraalmirante Juan Carlos Romay, el Director de la ESNM, Contraalmirante Pablo Germán Basso, el Obispo Castrense y de las Fuerzas Federales de Seguridad, Mons. Santiago Olivera, el Capellán Mayor de la Armada, Padre Francisco Rostom Maderna, el Capellán de la ESNM, Pablo Caballero, autoridades del Ministerio de Defensa, de la Embajada de Haití, personal de la Fuerza e invitados.

Mons. Santiago decía en la invocación religiosa, “Señor, Dios omnipotente, queremos darte gracias porque reconocemos tu presencia en nuestra vida y en nuestra historia. (…) especialmente hoy nos dirigirnos a ti para pedir tu don para estos jóvenes cadetes de la Escuela Naval Militar que visten orgullosamente por primera vez su uniforme. Condúcelos por el camino que obedece a la nobleza de sus ideales. Que tengan la grandeza de alma que necesita un marino”.

Agregando, Mons. Olivera rezó, “Señor Dios, te pedimos que en la Escuela Naval puedan aprender a optar siempre por la verdad, por el bien; y que tengan en sus ánimos el deseo de lo mejor. Haz que su presencia de uniformados nos hable de amor a la patria y de sacrificio por el bien común”.

Completando, el Obispo pidió, “bendice también, Señor, a sus familias que no han ahorrado sacrificios para lleguen a esta etapa. El Pabellón Nacional se sucede, ininterrumpido, en manos de otro nuevo abanderado y sus escoltas, haz que el signo de su traspaso despierte en todos, la conciencia de nuestro deber para con la Patria.

Encomendamos la vida de estos jóvenes al cuidado del Siervo de Dios, Venerable Enrique Shaw, alumno de esta Escuela y oficial de la Armada Argentina, testigo valiente de las verdades evangélicas y modelo del seguimiento de Jesús, el gran Capitán”.–

A continuación, compartimos en forma completa la invocación religiosa de Mons. Santiago Olivera, Obispo Castrense y de las Fuerzas Federales de Seguridad:

Invocación religiosa en ESNM

En el nombre del Padre. Y del Hijo y del Espíritu Santo.

R. Amén.

El Señor esté con ustedes.

R. Y con tu espíritu.

Señor, Dios omnipotente, queremos darte gracias porque reconocemos tu presencia en nuestra vida y en nuestra historia.

A la vez, te queremos pedir perdón cuando en nuestras cobardes acciones algunas veces te ocultamos, obviamos o te olvidamos, sabiéndote Señor de la Historia y sabiéndonos realmente necesitados para consolidar una Patria para todos, justa y fraterna. Y especialmente hoy nos dirigirnos a ti para pedir tu don para estos jóvenes cadetes de la Escuela Naval Militar que visten orgullosamente por primera vez su uniforme. Condúcelos por el camino que obedece a la nobleza de sus ideales. Que tengan la grandeza de alma que necesita un marino.

Señor Dios, te pedimos que en la Escuela Naval puedan aprender a optar siempre por la verdad, por el bien; y que tengan en sus ánimos el deseo de lo mejor. Haz que su presencia de uniformados nos hable de amor a la patria y de sacrificio por el bien común.

Señor, te pedimos que ben + digas estos uniformes y estos couteaux: que sean el signo visible de la realidad invisible que estos jóvenes cadetes hoy comienzan a vivir en el trazado de su nuevo rumbo; concédeles que los vistan siempre con dignidad y orgullo; infúndeles el valor y el coraje necesarios para cumplir la palabra empeñada: «defender a la Patria y a su Bandera, si es necesario, hasta perder la vida». Que esta vestidura externa se haga carne en sus corazones con las virtudes de la vida militar.

Bendice también, Señor, a sus familias que no han ahorrado sacrificios para lleguen a esta etapa.

El Pabellón Nacional se sucede, ininterrumpido, en manos de otro nuevo abanderado y sus escoltas, haz que el signo de su traspaso despierte en todos la conciencia de nuestro deber para con la Patria.

Encomendamos la vida de estos jóvenes al cuidado del Siervo de Dios, Venerable Enrique Shaw, alumno de esta Escuela y oficial de la Armada Argentina, testigo valiente de las verdades evangélicas y modelo del seguimiento de Jesús, el gran Capitán.

Y que nuestra patrona, Nuestra Señora Stella Maris, lleve hasta ti nuestra súplica y la vuelva propicia.

Amén.

La Bendición de Dios omnipotente Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre ustedes.

Amén.

Río Santiago, 30 de mayo de 2025