Mons. Olivera | Señor que con su trabajo cotidiano puedan sembrar cada día, y cosechar finalmente, el bien común para nuestra Nación, defendiendo siempre el don precioso de la paz, así lo pidió el Obispo Castrense de Argentina, en el acto por el día del Ejército Argentino. Celebrado en la tarde del 28 de mayo, en el Colegio Militar de la Nación en la ciudad de El Palomar, en la provincia de Buenos Aires, con la participación de autoridades del Ejército Argentino y personal en el 213° aniversario de la Fuerza.

Mons. Santiago Olivera, al compartir la invocación religiosa, decía a Dios, “te damos gracias por el don sus vidas generosamente entregadas al servicio de la Patria. Concede a todos sus integrantes la luz de tu Espíritu, para que puedan realizar en plenitud el cumplimiento de la vocación militar. Que con su trabajo cotidiano puedan sembrar cada día, y cosechar finalmente, el bien común para nuestra Nación, defendiendo siempre el don precioso de la paz”, al finalizar impartió su bendición.

A continuación, compartimos en forma completa el mensaje de Mons. Santiago Olivera:

Invocación religiosa del 29 de mayo, día del Glorioso Ejército Argentino

Dios de los ejércitos, que así quisiste ser llamado en la Sagrada Escritura, ponemos bajo tu amparo a los hombres y mujeres que integran el glorioso Ejército Argentino, que nació con la Patria misma este día en el que celebramos el 213° aniversario de su creación.

Te damos gracias por el don sus vidas generosamente entregadas al servicio de la Patria.

Concede a todos sus integrantes la luz de tu Espíritu, para que puedan realizar en plenitud el cumplimiento de la vocación militar.

Que con su trabajo cotidiano puedan sembrar cada día, y cosechar finalmente, el bien común para nuestra Nación, defendiendo siempre el don precioso de la paz.

Enséñales a caminar con fe y ayúdalos con la fuerza de tu verdad para poder combatir de tu mano en los momentos de dificultad.

En este día presentamos nuestro permanente homenaje a quienes cayeron en cumplimiento del deber, y muy especialmente a los Veteranos de Guerra de Malvinas. Su valor y abnegación los hacen acreedores del perpetuo reconocimiento de los argentinos.

Te pedimos también por nuestra familia de los hombre y mujeres del Ejército, especialmente por los más ancianos, los que están más solos y sufriendo. Te los encomendamos Señor y danos la fuerza y la sabiduría para estar cerca de ellos y manifestar así que el Evangelio del Amor es para ser vivido.

Señor, escucha con bondad nuestras súplicas, bendice a todos los aquí presentes y a sus familias, también derrama tu bendición sobre estos reconocimientos y a quienes los van a recibir, y por intercesión de Nuestra Señor de la Merced, Patrona y Generala del Ejército Argentino, apártanos siempre de todo peligro corporal y espiritual.

Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.