MONS. OLIVERA | Seremos ovejas de verdad, en este rebaño de Dios si escuchamos su voz, si nos dejamos conducir por la Palabra de Jesús

13 mayo, 2025

MONS. OLIVERA | Seremos ovejas de verdad, en este rebaño de Dios si escuchamos su voz, si nos dejamos conducir por la Palabra de Jesús, así lo señaló el Obispo Castrense y de las Fuerzas Federales de Seguridad al compartir la Homilía en el Domingo del Buen Pastor. Mons. Santiago Olivera, presidió la Santa Misa, en la Capilla del Seminario Diocesano, San Juan de Capistrano y Santo Cura Brochero donde instituyó en el ministerio del acolitado al Seminarista Lucas Garcilazo y los aspirantes al Diaconado Permanente, los Señores Reinaldo Parra y Luis Montiel.

Concelebraron, el Vicario General, Mons. Gustavo Acuña, el Rector del Seminario, Padre Daniel Díaz Ramos, el Capellán Mayor de la Armada Argentina, Padre Francisco Rostom Maderna, el Capellán Mayor de la FAA, Padre César Tauro, el Capellán Mayor de la GNA, Padre Jorge Massut, Capellanes de las Fuerzas Armadas y Fuerzas Federales de Seguridad. Participaron Diácono, Seminaristas y fieles castrenses, es de destacar que en la celebración, el Seminarista Agustín Cañamero hizo su Profesión de Fe en camino a su ordenación Diaconal que será el próximo 24 de mayo en nuestra Iglesia Catedral Castrense, Stella Maris.  

Mons. Santiago, decía en la Homilía, “con mucha alegría celebramos en este día, esta institución del acolitado de un Seminarista y dos aspirantes al Diaconado Permanente en orden al ministerio, la Providencia ha querido que lo celebremos en este Domingo del Buen Pastor. Tenemos que hacer siempre un camino de gozosa pertenencia a esta realidad personal que la Iglesia ha pensado para ayudarnos a todos a crecer en la configuración con Jesucristo. Y nos llena de alegría no solo a todos los que estamos aquí presentes, sino a toda nuestra comunidad diocesana, que tendremos a partir de hoy, tres nuevos acólitos, esta institución que tiene razón de ser de unidad con la celebración Eucarística, que es la cumbre y la fuente de la vida cristiana”.

Profundizando, agregó el Obispo, “nos refiere la celebración Eucarística siempre cuando recordamos las palabras de la consagración, cumpliendo el mandato de Jesús: «Hagan esto en memoria mía». Es decir, no es una opción que podemos hacer o no hacer, sino que es un mandato al cual debemos responder, justamente hacer presente, memoria agradecida pero actual del Señor”.

Seguidamente, Mons. Olivera compartía, “(…) los acólitos, son instituidos por la Iglesia, justamente para colaborar con los Obispos, Presbíteros y Diáconos en este misterio Eucarístico, no solo en altar de por sí, sino para llevarle el pan de la vida a los que están más lejos, a los que no pueden venir a la comunidad, a los que están enfermos. En el caso del Seminarista Lucas, preparándose en este camino pedagógico hacia la configuración con Cristo Sacerdote y la realidad de Reinaldo y Luis es justamente en orden al ministerio, servidores del Señor a imitación de Jesús que vino a servir a todos, en esta llamada y en esta vocación la cual siempre debemos agradecer”.

En otro párrafo, Mons. Santiago subrayaba, “lo hacemos en el marco de un nuevo Papa, (…). En este día, Domingo del Buen Pastor, hemos podido también escuchar el Regina Coeli y las palabras de nuestro Papa León. La Providencia ha querido también, que él quiera haber elegido justamente el nombre de León que da imagen de continuidad a lo que fue León XIII, de un diálogo con la modernidad, algunos dicen la reconciliación con los tiempos de la modernidad”.

Seguidamente, el Obispo continuó diciendo, “queremos dar gracias en este domingo porque nos dio este Pastor bueno, y más allá de elucubraciones, especulaciones, miradas humanas o periodísticas que a veces suponen constituirse ser sabedores de toda la realidad, la frescura del Espíritu Santo nos irrumpe con esta novedad de un hombre de Dios. El Papa León XIV ha visitado y conocido la Argentina, un hombre armoricano, de Estados Unidos, pero con corazón latino con esos veinte años en Perú, como Párroco, como Obispo, así que damos gracias a Dios en este Domingo del Buen Pastor y nos comprometemos sin duda a rezar siempre por él, para que en su deseo de Buen Pastor quiera trabajar por la unidad de la Iglesia, y trabajar por el mejor servicio que podemos dar a la Iglesia de hoy, que es la Paz.

Este fue el modo en que se presentaba el Santo Padre el último 8 de mayo, invitándonos a la Paz, y este es el compromiso nuestro entonces, nosotros que tanto tenemos que ver con la paz como Obispado Castrense, porque debemos ser artesanos de la paz, instrumentos de la paz, porque los hombres y mujeres de las Fuerzas son para preservar la paz. Para apreciar el don de la paz y sus valores, los caminos que nos conducen a ella son, el diálogo, el respeto, la consideración hacia el otro, en definitiva, el amor hacia todos los hombres, así que nos comprometemos a ser también instrumentos de paz en nuestras realidades, a buscar la paz en nuestro corazón que está unido a dejarnos conducir por la gracia de Dios.

Esto es lo que nos da la paz, saber que donde está Jesús presente y si está presente en nuestro corazón, justamente es esa la presencia de la paz, Cristo es nuestra Paz. En la Lectura de Los hechos de los Apóstoles que acabamos de leer, los Apóstoles Pablo y Bernabé nos exhortaban en su tiempo, pero Palabra de Dios siempre viva y eficaz en nuestros tiempos, a permanecer siempre fieles a la gracia de Dios”.

Avanzando, Mons. Olivera nos reveló, “(…) la Palabra de Dios sin duda que llena de alegría a los hombres de nuestro tiempo, en esta Lectura Primera de Los Hechos de los Apóstoles, está muy presente la Palabra. Palabra que es viva y es eficaz, la Palabra que tenemos que poner en práctica para ser felices, la Palabra que es presentar al mismo Jesús, porque Jesús es la Palabra, la Palabra de Dios que se hizo Carne.

Debemos vivir familiarizados con ella, debemos poner la Palabra en el centro de nuestra vida, debemos recuperar en nuestra reuniones y encuentros este misterio de la Palabra que nos transforma, que nos ayuda, que nos ilumina, que nos ayuda y que nos da caminos”. Completando, el Obispo dijo, “por último, en este corto Evangelio de Juan nos da claves muy ricas, primero esta relación de oveja y pastor, todo el capítulo 10 nos habla del Buen Pastor con distintas imágenes. «Las ovejas escuchan mi voz», decir si las ovejas-si nosotros- escuchamos la voz de Dios tiene que ponernos en la actitud, en el modo y en la manera de silenciar el corazón y dejarnos modelar por esta Palabra, porque la voz de Dios ha razonado en el Evangelio y en la Palabra de Dios que hemos escuchado.  

Seremos ovejas de verdad, en este rebaño de Dios si escuchamos su voz, si nos dejamos conducir por la Palabra de Jesús. Seremos ovejas si de verdad nos conducimos por Él o no, si nos dejamos conducir por otras voces; la nuestra, es una sociedad que necesita dejarse conducir, dejarse pastorear por la voz de Jesús, «mis ovejas escuchan mi voz»”. Cerrando, agregó Mons. Santiago, “renovamos también en este día de acolitado y de fiesta para toda nuestra Iglesia Castrense y también para nuestra Iglesia universal nuestra gratitud a Dios, porque tres nuevos acólitos se comprometen a ser puentes, instrumentos, servidores para que el Señor sea conocido y amado, para que también pueda ser guido”.-                     

  

           HOMILÍA.-

CELEBRACIÓN.-

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