Novena en honor a Santo Tomás Moro
Patrono de los Abogados y del Personal de Justicia de las Fuerzas Armadas y las Fuerzas Federales de Seguridad
Día Octavo Santo Tomás Moro y la caridad
+ En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Invocamos la presencia del Espíritu Santo:
“Ven Espíritu Santo en nuestra ayuda, no sabemos las palabras que deben salir de nuestros labios y los ruidos no se disipan de nuestro corazón. Si tu vienes en nuestra ayuda, nuestras palabras serán el fruto de tu silencio en nuestro corazón” Amén
(Breve silencio de recogimiento. Puedo repetir varias veces la oración al Espíritu)
Escuchamos de Santo Tomás:
Cuando el Rey Enrique VIII consiguió la anulación de su matrimonio con Catalina de Aragón, mediante presiones y sobornos, Tomás Moro renunció a su cargo, consciente de que su decisión le costaría muy caro. Tomás Moro se niega a firmar el Acta de Sucesión y de Supremacía, por la que se proclama el rey Cabeza de la Iglesia Anglicana y la independencia de Roma. Tomás Moro acataba la autoridad civil del rey, pero nunca sería infiel a Dios ni a su conciencia.
Por lo que fue juzgado y encerrado en la Torre de Londres. Fueron muchos los que pidieron que firme, que ceda, aunque sea disimulando, pero su conciencia no se lo permitió, «prefiere ser discípulo del Señor antes que del Rey». Su hija Margarita lo visitó con frecuencia; rezaban juntos, pensando en el cielo. El 16 de julio de 1535 fue decapitado
Leemos en el Evangelio San Lucas 12, 41- 44
«Pedro preguntó entonces: «Señor, ¿esta parábola la dices para nosotros o para todos?». El Señor le dijo: « ¿Cuál es el administrador fiel y previsor, a quien el Señor pondrá al frente de su personal para distribuirle la ración de trigo en el momento oportuno? ¡Feliz aquel a quien su señor, al llegar, encuentre ocupado en este trabajo! Les aseguro que lo hará administrador de todos sus bienes” Palabra del Señor
(Breve silencio de recogimiento. Puedo repetir alguna expresión del Evangelio)
Reflexión Aparecida
La Iglesia está llamada a repensar profundamente y relanzar con fidelidad y audacia su misión en las nuevas circunstancias latinoamericanas y mundiales. No puede replegarse frente a quienes sólo ven confusión, peligros y amenazas, o de quienes pretenden cubrir la variedad y complejidad de situaciones con una capa de ideologismos gastados o de agresiones irresponsables. Se trata de confirmar, renovar y revitalizar la novedad del Evangelio arraigada en nuestra historia, desde un encuentro personal y comunitario con Jesucristo, que suscite discípulos y misioneros. Ello no depende tanto de grandes programas y estructuras, sino de hombres y mujeres nuevos que encarnen dicha tradición y novedad, como discípulos de Jesucristo y misioneros de su Reino, protagonistas de vida nueva para una América Latina que quiere reconocerse con la luz y la fuerza del Espíritu.
En el seguimiento de Jesucristo, aprendemos y practicamos las bienaventuranzas del Reino, el estilo de vida del mismo Jesucristo: su amor y obediencia filial al Padre, su compasión entrañable ante el dolor humano, su cercanía a los pobres y a los pequeños, su fidelidad a la misión encomendada, su amor servicial hasta el don de su vida. Hoy contemplamos a Jesucristo tal como nos lo transmiten los Evangelios para conocer lo que Él hizo y para discernir lo que nosotros debemos hacer en las actuales circunstancias.
Nuestra fidelidad al Evangelio nos exige proclamar en todos los areópagos públicos y privados del mundo de hoy, y desde todas las instancias de la vida y misión de la Iglesia, la verdad sobre el ser humano y la dignidad de toda persona humana.
Petición del día:
Santo Tomás Moro, cuya fidelidad celebramos, te pedimos por quienes están más expuestos en el cuidado de los enfermos- todo el Personal de salud- que entregan su vida y servicio en favor de los demás.
Intercede por ellos, para que perciban la protección de Dios, que cuida sus vidas.
Restituye la salud a los enfermos.
Que cada uno de nosotros viva y responda- con fidelidad- a la vocación recibida.
.
Padre Nuestro, Ave María y Gloria
Propósito de este día:
Prestaré especial atención en rezar por el “Personal de salud”, si conozco a alguien, lo haré especialmente por él. Si se de alguien enfermo, tendré las mismas actitudes.
Oración Final:
Señor y Padre nuestro,
por los méritos de tu Hijo Jesucristo,
úngenos con tu Santo Espíritu
para que sepamos ser fieles
a los valores de la vida cristiana,
a ejemplo de Santo Tomás Moro,
que enfrentó la muerte con arrojo y valentía
en defensa de los principios de la fe.
Danos la gracia de imitarlo,
guardando coherencia en nuestra vida
con las enseñanzas del evangelio
y ejercitando nuestra profesión,
con sencillez y modestia,
al servicio de los hombres.
Te lo pedimos por Cristo, nuestro Señor.
Amén.
+ En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
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