PAPA LEÓN XIV | Sigamos rezando por la paz, así lo pidió el Santo Padre al compartir su mensaje antes de rezar la oración mariana del Ángelus. Luego de la celebración la Santa Misa por el Jubileo del Deporte, en la Solemnidad de la Santísima Trinidad desde Plaza San Pedro, el Su Santidad León XIV decía, “(…) el deporte es un medio para construir la paz, porque es una escuela de respeto y de equidad, que hace crecer la cultura del encuentro y de la fraternidad. Hermanas y hermanos, los animo a practicar este estilo conscientemente, oponiéndonos a toda forma de violencia y opresión.
El mundo de hoy lo necesita mucho. Hay muchos conflictos armados”. Concluyendo pedía el Papa, “insto a la comunidad internacional a redoblar sus esfuerzos para proporcionar al menos la ayuda esencial a la población, gravemente afectada por la grave crisis humanitaria. Sigamos rezando por la paz en Oriente Medio, en Ucrania y en todo el mundo”.
A continuación, compartimos en forma completa el mensaje de Su Santidad León XIV:
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
Acabamos de concluir la celebración eucarística por el Jubileo del deporte, y ahora con alegría dirijo mi saludo a todos ustedes, deportistas de cualquier edad y condición. Los exhorto a vivir la actividad deportiva, incluso a niveles competitivos, siempre con espíritu de gratuidad, con espíritu «lúdico» en el sentido noble de este término, porque en el juego y en la sana diversión la persona humana se asemeja a su Creador.
También quiero subrayar que el deporte es un medio para construir la paz, porque es una escuela de respeto y de equidad, que hace crecer la cultura del encuentro y de la fraternidad. Hermanas y hermanos, los animo a practicar este estilo conscientemente, oponiéndonos a toda forma de violencia y opresión.
El mundo de hoy lo necesita mucho. Hay muchos conflictos armados. En Myanmar, a pesar del alto el fuego, los combates continúan, con daños también en las infraestructuras civiles. Hago un llamamiento a todas las partes para que tomen la vía del diálogo integrador, la única que puede conducir a una solución pacífica y estable.
En la noche del 13 al 14 de junio, en la localidad de Yelwata, en el área administrativa local de Gouma, Estado de Benue, Nigeria, se produjo una terrible masacre, en la que fueron asesinadas con extrema crueldad unas doscientas personas, la mayoría de las cuales eran desplazados internos acogidos por la misión católica local. Rezo para que la seguridad, la justicia y la paz prevalezcan en Nigeria, un querido país tan afectado por diversas formas de violencia. Y rezo de modo especial por las comunidades cristianas rurales del Estado de Benue, víctimas incesantes de la violencia.
Pienso también en la República de Sudán, asolada por la violencia desde hace más de dos años. He recibido la triste noticia de la muerte del reverendo Luke Jumu, párroco de El Fasher, víctima de un atentado. Al tiempo que aseguro mis oraciones por él y por todas las víctimas, renuevo mi llamamiento a los combatientes para que se detengan, protejan a los civiles y entablen un diálogo por la paz. Insto a la comunidad internacional a redoblar sus esfuerzos para proporcionar al menos la ayuda esencial a la población, gravemente afectada por la grave crisis humanitaria.
Sigamos rezando por la paz en Oriente Medio, en Ucrania y en todo el mundo.
Esta tarde, en la basílica de San Pablo Extramuros, será proclamado beato Floribert Bwana Chui, joven mártir congoleño. Fue asesinado a los veintiséis años porque, como cristiano, se opuso a la injusticia y defendió a los pequeños y a los pobres. Que su testimonio dé valor y esperanza a los jóvenes de la República Democrática del Congo y de toda África.
¡Feliz domingo a todos! Y a vosotros, jóvenes, os digo: ¡os espero dentro de mes y medio en el Jubileo de los jóvenes! Que la Virgen María, Reina de la Paz, interceda por nosotros.
0 comentarios