Mons. Olivera | Renovemos la oración, pidiendo que podamos ser dóciles a lo que Dios nos pide, para que unamos más la fe y la vida, para que descubramos que la fe que tenemos debe manifestarse en obras concretas, el pedido del Delegado Episcopal para las Causas de los Santos y Obispo Castrense de Argentina fue compartido al responder, cómo rezar en la 27° Jornada de Oración por la Santificación del pueblo argentino y la Glorificación de los Siervos de Dios. Desde el Aeropuerto Internacional, Islas Malvinas de la ciudad de Ushuaia, provincia de Tierra del Fuego en la jornada este último lunes 30 de octubre, donde aguardaba su vuelo de regreso a Buenos Aires al concluir su visita pastoral a la Región Pastoral Patagonia Sur, el Obispo era reporteado por Tito Garabal para su programa radial.

En la entrevista Mons. Santiago Olivera se refirió en primera instancia a la gran noticia de la pronta Canonización de la Beata Mama Antula. Esto, señalaba el Delegado Episcopal, “a mi cada vez me impresiona más como la Providencia le regala a la Iglesia Argentina y al Papa Francisco, el haber podido Canonizar al Cura Brochero y ahora a Mama Antula, que son testimonios y valoración de la espiritualidad de los ejercicios y por lo tanto a los Jesuitas, y que un Papa Jesuita Canonice a estos dos argentinos, la verdad que es providencial y asombra gratamente este regalo que Dios y la Santa Iglesia le hace al Santo Padre”.

En la nota el Periodista Garabal subraya que, en un reportaje efectuado por Bernarda Llorente al Santo Padre, éste señalaba que, antes de fin de año seguramente se aprobará el milagro que declarará Beato al Cardenal Pironio. A esto respondía Mons. Santiago, «en realidad el milagro que se está estudiando en la causa ya pasó la instancia médica y en realidad es el Santo Padre quien debe ahora expedirse, y por los comentarios que se sienten, es probable que pronto tendremos un nuevo Beato, para la Iglesia Argentina son tiempos de mucha Gracia y fecundidad. Obviamente que recogemos lo que tanto han vivido estos candidatos concretos y también lo que tantos han trabajado para que esto se concrete”.

En otro tramo de la entrevista radial, Mons. Olivera decía, “las causas tienen su propia gente que trabaja, en especial este próximo 1 de noviembre rezaremos todos por la Santidad del Pueblo de Dios y la Glorificación de los Siervos. A mí también me ha tocado ser testigo y con asombro ser aquel que va recogiendo mucho trabajo, mucha siembra anterior, me refiero a todos los han trabajado en los procesos, así que estoy muy feliz también.

Como Iglesia Argentina ya tenemos cinco santos, quince beatos y tantos en camino que están llegando, tenemos también muchos Venerables, muchos Siervos de Dios cuyas causas están en proceso, creo que es tiempo, es un tiempo de una gran riqueza. Quiera Dios que estos Santos, que son faros, iluminen nuestro camino y que podamos responder a este llamado, a la santidad”.

Además, el Delegado Episcopal para las Causas de los Santos recordó, “este año, en la jornada de oración, día de todos los Santos, en una misma fiesta, sin olvidarnos que hay muchos más santos de los que conocemos, rezamos por ellos. Sin olvidarnos que algunos pocos son canonizados, pero hay muchísimos más, como diría el Papa Francisco, <no, nos olvidemos del santo de la puerta de al lado>.

La Iglesia Argentina por lo tanto hace 27 años desarrolla esta jornada, primero para la santificación del pueblo argentino, que esto es una maravilla, porque es para rezar por cada uno de nosotros para que respondamos a nuestra santidad. Y también pedir por la Glorificación de los Siervos de Dios, los beatos, los venerables para mayor gloria de Dios y para bien nuestro, puedan ser puestos como referentes, testigos, modelos y por lo tanto es una linda jornada”.

Completando, agregó, “en mi Diócesis les he dado la posibilidad a los Sacerdotes Capellanes de que este fin de semana puedan seguir rezando, porque quizás este día, el primero de noviembre, día de semana no todos puedan participar. Desde la Delegación Episcopal hemos enviado, estampas, Triduo y que todos podamos rezar juntos por la santificación”.

Al ser consultado respecto de la jornada que se plantea superficialmente como inofensiva y muy promocionada, ajena a nuestra sociedad como lo es el día de las brujas, el Obispo señaló, “a mí me da mucha pena que como sociedad queramos importar esta fiesta de los brujos que está tan lejos de nosotros. También es verdad que muchas Parroquias están como recuperando el celebrar a los santos y como peregrinos nosotros, el 2 de noviembre recordar a quienes han partido rezando por nuestros difuntos.

Como cristianos tenemos que trabajar sin pelear en mostrar las riquezas de reconocer a aquellos hombres y mujeres que en la virtud, fueron fieles a Dios, que no son inmaculados, que fueron frágiles pero que fueron fieles al proyecto de Dios, que se supieron levantar, que supieron responder con docilidad a esa invitación de Jesús y rezar por los difuntos. Esto es una maravilla, esta Iglesia que es la Iglesia triunfante, la Iglesia purgante, la Iglesia peregrina que somos nosotros, de esto tenemos que hablar y debemos no dejarnos contagiar por aquello que se muestra inofensivo como calabazas, caramelos y brujos, a todo esto, no está bien que los cristianos nos sumemos a eso”.

Profundizando más, el Obispo Castrense de Argentina, planteó, “uno, como educadores en la fe y las familias también debería preguntarse: ¿A qué lleva todo esto y qué significa? Por lo tanto, no debemos olvidar las fiestas importantes que tenemos, en este tiempo, la solemnidad de todos los santos, la fiesta de los difuntos, este es un camino difícil, es ir en contramano, pero así es la vida cristiana, es vida de lucha y exigencia, de combate, pero un combate espiritual, donde las armas son la oración, aferrados a la Palabra de Dios y no dejarnos contagiar por estos valores mundanos culturales que nos alejan de Dios”.

Retornando, a la próxima jornada de oración, reflexionaba Mons. Santiago, “en esta nueva jornada de oración, renovemos esta vocación a la cual estamos llamados todos, no solo algunos, para ser santos esto es muy importante. También renovemos la oración, pidiendo para que podamos ser dóciles a lo que Dios nos pide, para que unamos más la fe y la vida, para que descubramos que la fe que tenemos debe manifestarse en obras concretas y pedir también por aquello que nos dicen y nos recuerdan los santos, que la vocación es posible y que ellos son testigos de ello, que no solo son intercesores, sino que son faros que nos iluminan en el camino.

Debemos familiarizamos con la santidad, a veces tenemos la imagen del santo con cara de estampita, en este sentido, debemos verla como nosotros, que no nos dice mucho y sin embargo es una invitación a expresar, yo fui santo vos podes serlo, fui hombre, fui mujer como vos y podes ser santo. Creo que debemos recuperar esta posibilidad, porque fuimos llamados no a un imposible, no a una utopía, fuimos llamados a una vocación, hemos sido llamados a ser santos”.

Completando, añadió, “esto lo recordó el Concilio Vaticano II de un modo clarísimo, la vocación universal a la santidad, no nos tenemos que cansar de vivir esto, <<sean perfectos como mi Padre, eso de ser santos>>. Esto hay que renovarlo con mucho entusiasmo, animarnos, renovarlo cada día, entusiasmarnos con esta vocación, porque Dios ahí nos sostiene y nos ilumina”.

Finalizando, su entrevista, Mons. Olivera, dijo, “Dios nos da toda la Gracia necesaria. Debemos rezar más, rezar el Rosario, celebrar más los sacramentos, tener las armas que nos hacen posible la armadura de la Gracia. La santidad nos llena de plenitud y de felicidad”.-