MONS. OLIVERA | San José supo dejarse conducir en la salud espiritual de sus sentimientos y de sus sueños a lo que Dios- por medio del Ángel- le iba manifestando, su “hágase en mí” lo ha vivido en su respuesta silenciosa pero efectiva de los que dicen sí

20 marzo, 2024

MONS. OLIVERA | San José supo dejarse conducir en la salud espiritual de sus sentimientos y de sus sueños a lo que Dios- por medio del Ángel- le iba manifestando, su “hágase en mí” lo ha vivido en su respuesta silenciosa pero efectiva de los que dicen sí, así lo expresaba el Obispo Castrense de Argentina en su escrito publicado en el día del Santo Patrono de la Iglesia Católica en el diario MDZ. Publicada en la Columna de opinión del medio mendocino con el título “SAN JOSÉ, EL VARÓN JUSTO DEL SILENCIO Y LA CONFIANZA”, el Obispo nos habló diciendo, “se puede pensar de San José como el hombre de las virtudes, según conocemos por el Evangelio, y lo que nos hace decir de él: que es un hombre virtuoso”.

Continuando, agregaba, “(…) José era “justo” precisamente por estar sujeto a la ley como todo hombre pío israelita. Pero dentro de él el amor por María y la confianza que tiene en ella le sugieren una forma que salva la observancia de la ley y el honor de la esposa: decide repudiarla en secreto, sin clamor, sin someterla a la humillación pública. Elige el camino de la discreción, sin juicio ni venganza”.

Completando, Mons. Santiago decía de San José, “es el santo de la ternura y de la compañía eficaz. Hacerse cargo de la paternidad, de un hijo que le es dado, sin ser su padre biológico, lo recibe como suyo. Construye su vida acompañando a su familia, Sagrada y humana familia. Dios quiso asociarlo al plan Redentor y él aceptó. Supo dejarse conducir en la salud espiritual de sus sentimientos y de sus sueños a lo que Dios- por medio del Ángel- le iba manifestando y, podríamos decir, su “hágase en mí” lo ha vivido en la práctica, en cada acontecimiento, en su respuesta silenciosa pero efectiva de los que dicen sí. Y ese sí, cueste lo que cueste”.

A continuación, compartimos en forma completa la nota de Mons. Santiago Olivera, Obispo Castrense de las Fuerzas Armadas y las Fuerzas Federales de Seguridad en MDZ:

San José, el varón justo, del silencio y la confianza

San José, hombre de probada santidad y sabiduría, no sólo conocía los designios de Dios, sino que además él mismo era parte de ellos. Hoy 19 de marzo, la Iglesia celebra su día.

Se puede pensar de San José como el hombre de las virtudes, según conocemos por el Evangelio, y lo que nos hace decir de él: que es un hombre virtuoso. Destacamos algunas de ellas: Hombre justo, el Evangelio dice que José era “justo” precisamente por estar sujeto a la ley como todo hombre pío israelita. Pero dentro de él el amor por María y la confianza que tiene en ella le sugieren una forma que salva la observancia de la ley y el honor de la esposa: decide repudiarla en secreto, sin clamor, sin someterla a la humillación pública. Elige el camino de la discreción, sin juicio ni venganza. ¡Pero cuánta santidad en José! Nosotros, que apenas tenemos una noticia un poco folclorista o un poco fea sobre alguien, ¡vamos enseguida al chismorreo! José sin embargo está callado José es un hombre bueno.

Un hombre que- haciendo un paralelismo con la Virgen María- muestra una total disponibilidad al plan de Dios, manifestado en sus sueños. El Papa decía, “está callado”, José no habla, sino que hace, su adhesión al plan de Dios, ese “hágase”, no brotan de sus labios sino de sus obras. Es sin duda el santo del silencio. En un entorno de “gritos que descalifican, hieren, ofenden y distancian”. ¡Cuánto para aprender del silencio de José, silencio necesario para dialogar: hacer realidad la “sabiduría del dialogo” que pedimos
en la Oración por la Patria!

Es el santo de la ternura y de la compañía eficaz. Hacerse cargo de la paternidad, de un hijo que le es dado, sin ser su padre biológico, lo recibe como suyo. Construye su vida acompañando a su familia, Sagrada y humana familia. Dios quiso asociarlo al plan Redentor y él aceptó. Supo dejarse conducir en la salud espiritual de sus sentimientos y de sus sueños a lo que Dios- por medio del Ángel- le iba manifestando y, podríamos decir, su “hágase en mí” lo ha vivido en la práctica, en cada acontecimiento, en su respuesta silenciosa pero efectiva de los que dicen sí. Y ese sí, cueste lo que cueste.

José también sigue cuidando a sus hijos.

El padre adoptivo de Jesús– reconoce en nosotros el Cuerpo Místico de Jesús, por eso nuestra relación con José también tiene que ser una relación de hijos adoptivos, de la paternidad humana experimentada por Jesús, Él nos quiso regalar en José un modelo acabado de fidelidad y de adhesión al proyecto de Dios, es un reflejo humano de lo que podemos dar y, adecuar nuestra vida, a las enseñanzas, a las invitaciones y a las mociones del Espíritu y- como José- ponerlos en práctica.Esta Solemnidad del Santo Patrono de la Iglesia, nos recuerda también, el Inicio del Pontificado del papa Francisco– elegido el 13- quiso iniciar su ministerio petrino, el día de San José. En aquella ocasión dijo: “Doy gracias al Señor por poder celebrar esta
Santa Misa de comienzo del ministerio petrino en la Solemnidad de San José, esposo de la Virgen María y patrono de la Iglesia universal: es una coincidencia muy rica de significado”.

“También el Papa, para ejercer el poder, debe entrar cada vez más en ese servicio que tiene su culmen luminoso en la cruz; debe poner sus ojos en el servicio humilde, concreto, rico de fe, de San José y, como él, abrir los brazos para custodiar a todo el pueblo de Dios y acoger con afecto y ternura a toda la humanidad”. Sabemos de la devoción particular del Papa por San José. Devoción que anima y desea contagiar en todos, por lo que incluyó, el nombre de San José en la plegaria eucarística de la Misa. Como así también, su devoción por el “san José dormido”.

“Yo quiero mucho a San José, porque es un hombre fuerte de silencio. En mi escritorio tengo una imagen de San José durmiendo, y durmiendo cuida a la Iglesia. Sí, lo puede hacer, lo sabemos”. “Cuando tengo un problema, una dificultad escribo un papelito y lo pongo debajo de San José para que lo sueñe. Esto significa para que rece por este problema”. “Cada vez que le he pedido algo a San José, me lo ha concedido”.

Otra buena ocasión para renovar nuestra oración por el sucesor de Pedro y, encomendar a San José a este hijo de nuestro suelo argentino, en tan grande misión de ser pastor de todos, del redil de la Iglesia Católica. Y, pedirle también, a este
santo esposo de María y padre adoptivo de Jesús, que Francisco pueda visitarnos pronto.

San José, ruega por nosotros.

* Monseñor Santiago Olivera, Obispo para las Fuerzas Armadas y Fuerzas Federales de Seguridad de la República Argentina.

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1 Comentario

  1. Saju George

    José también sigue cuidando a sus hijos.

    «El padre adoptivo de Jesús– reconoce en nosotros el Cuerpo Místico de Jesús, por eso nuestra relación con José también tiene que ser una relación de hijos adoptivos, de la paternidad humana experimentada por Jesús, Él nos quiso regalar en José un modelo»…

    Es una llamada eclesial para todos los bautizados: ser un padre y una madre de corazón, como signo profético. Esto sería vivir surndo sal de la tierra y luz del mundo Mt 5,13-16.

    Felicitaciones Mons Santiago. Muy bueno

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