Seminario Diocesano, jueves Vocacional

6 julio, 2023

Seminario Diocesano «San Juan de Capistrano» y Curso Introductorio «Santo Cura Brochero»

“Denles de comer ustedes mismos”

SE EXPONE EL SANTÍSIMO SACRAMENTO[1]

+En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

GUÍA: En esta adoración, como cada jueves sacerdotal, venimos a Vos, Jesús, a que intercedas por nuestra oración al Padre, Tu Padre y Nuestro Padre Dios.  Que cada joven tenga la disponibilidad del corazón para escuchar tu voz.  Te agradecemos también, la disponibilidad de los que responden con un sí generoso y confiado.

A cada alabanza vamos a responder: “Te alabamos, Señor” (puede ser cantado)

LECTOR 1:

-Te alabamos, Señor, por tu grandeza                                          -Te alabamos, Señor, por tu misericordia.
-Te alabamos, Señor, por tu bondad.                                            -Te alabamos, Señor, por tu paternidad.
-Te alabamos, Señor, por tu gran ternura.                                    -Te alabamos, Señor, por tu amor sin límites.
-Te alabamos, Señor, por tu creación.                                          -Te alabamos, Señor, por ser fuente de vida.

-Te alabamos Señor, que nos llamas a seguirte

                                                               (Se pueden agregar más alabanzas)

GUÍA: cantamos (“Quiero alabarte” u otro canto de alabanza)- o rezamos:

Señor, tú me llamaste

para ser instrumento de tu gracia,

para anunciar la buena nueva,

para sanar las almas.

Instrumento de paz y de justicia,

pregonero de todas tus palabras,

agua para calmar la sed hiriente,

mano que bendice y que ama.

Señor, tú me llamaste

para curar los corazones heridos,

para gritar, en medio de las plazas,

que el Amor está vivo, para sacar del     

sueño a los que duermen

y liberar al cautivo.

Soy cera blanda entre tus dedos,

haz lo que quieras conmigo.

Señor, tú me llamaste

para salvar al mundo ya cansado,

para amar a los hombres

que tú, Padre, me diste como  hermanos.

Señor, me quieres para abolir las guerras,

y aliviar la miseria y el pecado;

hacer temblar las piedras

                        y ahuyentar a los lobos del rebaño.         Amén

GUÍA: Iluminados por el Espíritu, escuchemos y meditemos la Palabra de Dios

LECTOR 1: Evangelio según San Marcos (6, 34-44)


“Al desembarcar, Jesús vio una gran muchedumbre y se compadeció de ella, porque eran como ovejas sin pastor, y estuvo enseñándoles largo rato. Como se había hecho tarde, sus discípulos se acercaron y le dijeron: “Este es un lugar desierto, y ya es muy tarde. Despide a la gente, para que vaya a las poblaciones cercanas a comprar algo para comer.” Él respondió: “Denles de comer ustedes mismos.” Ellos le dijeron: “Habría que comprar pan por valor de doscientos denarios para dar de comer a todos.” Jesús preguntó: “¿Cuántos panes tienen ustedes? Vayan a ver.” Después de averiguarlo dijeron: “Cinco panes y dos pescados.” Él les ordenó que hicieran sentar a todos en grupo, sobre la hierba verde, y la gente se sentó en grupos de cien y de cincuenta. Entonces Él tomó los cinco panes y los dos pescados, y levantando los ojos al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y los fue entregando a sus discípulos para que los distribuyeran. También repartió los dos pescados entre la gente. Todos comieron hasta saciarse, y se recogieron doce canastas llenas de sobras de pan y de restos de pescado. Los que comieron eran cinco mil hombres.”                                                                                               Palabra del Señor.

GUÍA: Dejemos que la Palabra de Dios resuene en nuestro corazón.

                                                                                              (Momento de Silencio)

ORANTE 1:

“Al desembarcar, Jesús vio una gran muchedumbre y se compadeció de ella, porque eran como ovejas sin pastor, y estuvo enseñándoles largo rato.”

ORANTE 2:

El Señor nos invita a abrir nuestros ojos, a ver que hoy también hay una gran muchedumbre que está como ovejas sin pastor. Una muchedumbre que camina sin rumbo, sin sentido, sin un pastor que los guíe por el camino que los llevará a la verdadera felicidad; una muchedumbre que busca la felicidad en cosas que no llenan los deseos de su corazón.

Te pedimos, Señor, que tu Espíritu renueve el corazón de los sacerdotes, para que atentos frente a esa muchedumbre que te está buscando, sean instrumentos de tu amor y misericordia.

Momento De Silencio.

ORANTE 1:

“Como se había hecho tarde, sus discípulos se acercaron y le dijeron: “Este es un lugar desierto, y ya es muy tarde. Despide a la gente, para que vaya a las poblaciones cercanas a comprar algo para comer.” Él respondió: “Denles de comer ustedes mismos.” Ellos le dijeron: “Habría que comprar pan por valor de doscientos denarios para dar de comer a todos.”

ORANTE 2:

El Señor nos invita a acercarnos a la muchedumbre y a escuchar su hambre. La muchedumbre tiene hambre, hambre de algo que llene sus corazones, hambre de Dios. Y el Señor nos dice constantemente: “Denles ustedes de comer”.

Te pedimos, Señor, que tu Espíritu renueve el  corazón de los sacerdotes, para que  siempre respondan a tu llamado a dar de comer a la muchedumbre. Que sepan descubrir que nunca es tarde para dar de comer. Que sepan descubrir que ellos pueden darles a tantos hombres el único Pan que sacia, el único Pan que llena los corazones hambrientos, que ellos pueden darte a Vos, Jesús Eucaristía.

Momento de Silencio

ORANTE 1:

“Jesús preguntó: “¿Cuántos panes tienen ustedes? Vayan a ver.” Después de averiguarlo dijeron: “Cinco panes y dos pescados.” Él les ordenó que hicieran sentar a todos en grupo, sobre la hierba verde, y la gente se sentó en grupos de cien y de cincuenta.”

ORANTE 2:

Jesús siempre nos pregunta qué tenemos para dar, para saciar el hambre de la gente. Jesús no nos pide que demos más de lo que tenemos para dar. Pero Él quiere que eso que tenemos para dar, los dones que Él mismo nos dio, lo pongamos al servicio de ese hambre.
                Te pedimos, Señor, que envíes tu Espíritu al corazón de los jóvenes, para que sepan reconocer en ellos los dones, los carismas, que Vos les regalaste. Y que, con un corazón generoso, entreguen todo para el bien de los demás.

Momento de Silencio

ORANTE 1:

“Entonces Él tomó los cinco panes y los dos pescados, y levantando los ojos al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y los fue entregando a sus discípulos para que los distribuyeran. También repartió los dos pescados entre la gente. Todos comieron hasta saciarse, y se recogieron doce canastas llenas de sobras de pan y de restos de pescado. Los que comieron eran cinco mil hombres.”

ORANTE 2:

Frente a la muchedumbre hambrienta puede parecernos que no nos alcanza con lo poco que tengamos para dar, que si contamos sólo con nuestros “cinco panes y dos peces” vamos a despedir a la muchedumbre sin haberlos saciado. Pero Jesús nos invita a ponernos en sus manos. Es en Jesús y desde Jesús que podremos dar de comer y saciar a tanta gente.
                Te pedimos, Señor, que envíes tu Espíritu al corazón de todos nosotros, para que, como Vos, que te das en la Eucaristía para saciar el hambre de todos los hombres, sepamos  darnos, desde el servicio, la escucha y la caridad a los demás

Canción: “Quiero ser pan” u otros vocacionales

GUÍA: Unidos a Jesús Buen Pastor, confiemos nuestras súplicas diciendo: Jesús, Buen Pastor, escúchanos.

LECTOR 1:

-Por la Iglesia toda, por el Papa Francisco, nuestro obispo Santiago, nuestra plegaria confiada por ellos y su misión para el bien de todos nosotros. Oremos

-Por los cristianos del mundo, para que con la oración, den seguridad y fortaleza a los sacerdotes que atraviesan por horas de dificultad. Oremos…
-Para que los sacerdotes y consagrados anuncien con entusiasmo el Evangelio de Jesús en el mundo. Oremos…

-Para que nuestros seminaristas crezcan en su respuesta generosa, alegre y fiel y, en acción de gracias, por la reciente ordenación diaconal de Luis. Oremos
-Para que siempre haya jóvenes que estén dispuestos a seguir la llamada de Dios y dedicar su vida como  los profetas y los apóstoles, al servicio de sus hermanos, siendo testigos de esperanza. Especialmente por los que están en camino de discernimiento. Oremos…
-Para que todos nosotros, comunidad cristiana, tomemos conciencia de que la vocación es fruto de la gracia y oremos insistentemente al Señor pidiendo la abundancia de vocaciones que la Iglesia necesita hoy, especialmente, las vocaciones a la vida sacerdotal. Oremos…
-Por nuestras comunidades parroquiales, grupos de oración, y centros educativos, para que entre sus miembros se planteen la

vocación sacerdotal como una necesidad de la Iglesia y signo de madurez en la fe, que les lleve a poner su vida al servicio del Evangelio. Oremos…
-Por las familias cristianas, para que sean hogar donde puedan nacer futuras vocaciones para el servicio de la Iglesia. Oremos…

                                                                                                                                                                                             Canción: “Tú has venido a la orilla” u otro vocacional.

GUÍA: Para concluir este momento de  oración, rezamos juntos:

Oración por nuestros seminaristas

Jesús Pastor Bueno, que has llamado a nuestros seminaristas,

a estar contigo para moldearles un corazón de pastor, semejante al Tuyo:

bueno, manso, itinerante, misionero y samaritano;

dispuesto a la entrega de la propia vida, en el día a día.

Custodia en ellos, la generosa respuesta y la docilidad del corazón.

Renuévalos, siempre, en la alegría de saberse llamados y elegidos por Vos.

Suscita esa misma respuesta- alegre, generosa, dócil y valiente, en aquellos que sigues llamando.

Te damos gracias Pastor bueno, por tanto bien, en favor de nuestro Iglesia castrense.

Amén

“Manda Padre, muchos y santos obreros a tu mies. Conserva y santifica a los que están”

Nuestra Señora de Luján. Ruega por nosotros

San Juan de Capistrano y Santo Cura Brochero- Rueguen por nosotros

SACERDOTE: Bendición con el Santísimo Sacramento.- (si se rezó sin la Adoración al Santísimo, nos hacemos la señal de cruz:

+En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén)

REZAMOS UNA ORACIÓN A LA VIRGEN MARÍA (SALVE, AVE MARÍA….)

GUÍA: Terminamos nuestra adoración al Señor cantando (Alabado sea el Santísimo u otro canto apropiado).


[1] SE ARMA UN PEQUEÑO ALTAR FAMILIAR- Para quienes no puedan asistir  a la Iglesia

Abre el seminario diocesano castrense

Necesitamos tu ayuda para el sostenimiento de los seminaristas

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